Viciosidades

Los 7 tipos de mujeres que te levantas en una discoteca

Al filo de la madrugada son ellas las ninfas que nos inspiran buenos y malos deseos. Ángeles de la pista de baile, que brillan bajo la luz de la luna en las calientes noches de juerga capitalina. A pesar de la inseguridad, la inflación, la escazes y el desempleo, los venezolanos siguen lanzados a la calle en busca de fiesta. En este trabajo - solo para caballeros – advertimos sobre otras amenazas que acechan en la oscuridad y que pueden terminar siendo hasta más peligrosas que un “secuestro express”

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1. La Come Viáticos:
No da teléfono ni correo electrónico y siempre parece que esta brava. Usualmente tiene uno o varios amigos que le invitan todo pero ninguno da fe de que ni siquiera le haya concedido un «piquito». Se sabe de fortunas acaudaladas que se han perdido luego de 6 meses de juerga con éstos prototipos femeninos. No tiene carro pero no acepta colas. No tiene plata pero no come perro. No tiene novio pero no acepta piropo. Son un problema.

2. La Boli-Chica
Es novia o amante de un funcionario del gobierno. Sus orígenes humildes se contrastan con la opulencia de sus atuendos, carteras y zapatos de firma que no se consiguen ni en el “dame dos” de Bershka. Generalmente, es la que más alza la voz en todo el local y su séquito de escoltas atropellan e intimidan a todo el que la esté pasando bien. Solo se maneja con efectivo, dólares o euros y cuando la terminan botando del sitio por comportamiento inapropiado, empieza a balbucear el himno nacional y a amenazar con el Indepabis. Son amantes fulgurosas pero cuidado si le dejas las plumas, porque puedes terminar preso en El helicoide.

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3. La Iluminada
Ochún, Changó, Yemayá y demás potencias subtropicales son sus supuestas guías de luz. No puede fumar, no puede bailar, no puede ir a la playa, no puede ver películas, no puede beber y uno nunca termina de entender que diablos hace  bailando regetton a las 3 de la mañana. Las reconoces por los ornamentos que llevan en las muñecas, cueros, liguitas y pulseras de colores. Se dicen ardientes en la cama aunque no se conocen testimonios.

4. La Raspa Cupo
Tiene una fijación con el plástico. Tetas de plástico, nalgas de plástico, nariz de plástico y alma de polietileno. Viaja 4 veces por semana a destinos frecuentes como Aruba, Curacao y La Habana. No tiene oficio conocido y siempre merodea por los alrededores de la caja del local. Le gusta la buena vida y acabar los trapos hasta que salga el sol para luego huir a esconderse de la luz «porque recuerda que el plástico se derrite si le da de lleno el sol».

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5. La Menor
El vestido de pro-graduación y el exceso de colorete la delatan. Generalmente está muy nerviosa e incómoda con todo lo que acontece a su alrededor. No va para el baño sola y bebe soda con limón. Casi siempre terminan teniendo algún tipo de problema que arruina la noche: se les pierde el celular, se desmayan en la barra o hasta provocan – sin querer- una tángana colectiva en medio de la pista. No es recomendable ni siquiera dirigirles la palabra.

6. La Wircha
“El mío”, “Chico-chica”, “…Con Permiso” y “A la final”, son los ejes fundamentales de su vocabulario. Con una vodka se pone «cachonda», con dos se pone agresiva y con tres su vocabulario se reduce únicamente a la palabra “muérgana”. Hay que tenerles cuidado porque si te equivocas puedes terminar en las páginas de sucesos de los diarios de la mañana siguiente. Se reconocen por el uso de extensiones de cabellos mal lavadas y tacones de aguja.

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7. La Come Liga

Casi igual que la “come viáticos” pero digamos que ellas son las dueñas de su propio “negocio”. La procedencia de sus bienes es insospechada a pesar de que viven a plenitud en el lujo y el disfrute. No poseen documentación personal de ningún tipo, cambian de teléfono cada dos semanas y aseguran que las bautizaron con 4 nombres diferentes. Si revisas en su cartera encontrarás una liga de billetes de alta denominación envueltos en un rollo.

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