Y el origen de esta respuesta hay que buscarlo en las elecciones parlamentarias del 2005, cuando la oposición (a instancias de algunos de sus actuales líderes) se retiró y no presentó candidatos.
Desde entonces el chavismo se acostumbró a tener el poder absoluto primero y nombrar todos los poderes públicos, tener una minoría opositora después y seguir nombrando los poderes públicos, hasta el 5 de enero de 2016 en que se cortó la tendencia y quedó en minoría…pero aún estaban activos los poderes públicos nombrados en los últimos 11 años.
Entonces habrá que esperar a que los tiempos se venzan y que en la renovación se puedan ir sustituyendo.
Hay que manejar los tiempos, las expectativas y las posibilidades reales. En este momento, y hasta que se produzca la renovación de los poderes públicos incluyendo los altos mandos militares, hay que balancear el poder del pueblo (que lo tiene la oposición) con el poder institucional (que lo tiene el chavismo).
Sería razonable esperar que si el pueblo quiere revocar al poder, el poder trate de evitarlo por todos los medios a su alcance, hasta el punto de llegar a la interpretación constitucional de temas que la oposición lee de una manera y el chavismo lo hace de otra…y como el poder público TSJ responde a la institucionalidad chavista, por supuesto todas las interpretaciones favorecerán al gobierno.
Esas son las posibilidades reales. Ahora, ¿es realista tener expectativas de RR este año en este contexto? Solo si el poder popular se hace sentir y se coloca:
· De un lado de la balanza el poder institucional (incluidos el CNE y la FAN) defendiendo al gobierno que no quiere ser revocado
· Del otro lado a la Asamblea Nacional y a la MUD con movimientos masivos y pacíficos de calle tan contundentes que puedan equilibrar la balanza y sin romper con la institucionalidad
El juego parece injusto, pero hay que jugarlo, agregándole la única fuerza capaz de balancearlo, que es el pueblo en la calle. Y lo de la injusticia hay que procesarlo a la luz de las decisiones tomadas 11 años atrás. Que cada quien asuma su responsabilidad y se aprenda la lección: retirarse no es bueno.
La situación del país es caótica y solo puede empeorar…tal vez algún Clap (comités encargados de racionar la comida) por aquí o un Dicom (dólares a tasas preferenciales) por allá…pero eso es todo…la tendencia la cambiará solo un nuevo modelo político, económico y social en Venezuela. Cualquier cosa diferente será un desgaste muy fuerte que aumentará la irritación y perjudicará al chavismo como movimiento.
La presión en calle
La gente en la calle por el tiempo que sea necesario…carpas, sancochos, y un registro con nombre y apellido de aquellos que están allí…si son 10 millones, pues que sean 10 millones de firmas con algún mecanismo privado de legitimación, que cuente con el aval de instituciones expertas en resolución de conflictos y de técnicos electorales independientes, nacionales e internacionales. Esto en paralelo a acudir a recoger el 20% de las firmas, a apoyarse en el ex jefe de gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, a continuar la denuncia internacional y, en general, trabajar por todos los medios simultáneamente.
Para evitar el RR16 todos los poderes más el Psuv se pusieron a defender a Maduro. Y si la oposición no hace algo, el RR será bloqueado por completo.
Pero para el RR17, ya el tema no es el mismo…el presidente estará más solo pues es solo él quien está en riesgo…y mucha gente en su partido y hasta en su entorno, por distintas razones y motivaciones, podrían ver bien que se vaya. Claro que son todas especulaciones alrededor de un tema que lleva el ritmo que el gobierno quiere que lleve, pero que ese ritmo podría cambiar si la oposición lo estimula…es inercia versus eventos disruptivos.