Con tristeza y profundo dolor, familiares, compañeros de la universidad, amigos y comunidad en general despidió este sábado a José Gregorio Pérez, el séptimo joven tachirense asesinado en el marco de las protestas que se han venido desarrollando desde hace más de dos meses en contra del gobierno de Nicolás Maduro en todo el territorio nacional.
El acto fúnebre se desarrolló en la población de Capacho Nuevo, a unos 16 kilómetros de San Cristóbal, municipio donde residía el estudiante del sexto semestre de educación física de la Universidad Pedagógica Experimental “Gervasio Rubio”, (UPEL).
Un grupo de aproximadamente 100 estudiantes de la UPEL participaron de los oficios fúnebres, cuando horas más temprano fueron en autobuses de la institución educativa a la casa de la madre del hoy fallecido, donde se llevaba a cabo el acto velatorio. Portaban pancartas en rechazo a la muerte del muchacho.
Gritos y llantos se dejaron escuchar luego de un largo silencio en donde el sollozo rompía de vez en cuando la uniformidad.
Un comunicado fue leído por representantes del centro de estudiantes de la UPEL y luego entregado a la familia con la franela pre promoción que precisamente el joven había pagado a sus compañeros horas antes de ser asesinado por motorizados desconocidos en el fronterizo municipio Junín.
La muerte fue una bomba
“Estamos pasando por un momento de mucho dolor. Gracias a Dios hemos tenido el apoyo de muchas personas, comunidad, estudiantes, profesores, de la Upel, medios de comunicación”, dijo Jean Carlos Cacique padre del estudiante.
José Gregorio salió a protestar porque soñaba con un mejor país donde no existiera “la mala política que nos destruye y carcome. Él quería un país donde el venezolano pudiera vivir mejor y no por colores políticos. Él luchaba era por eso, para lograr que mejoraran las condiciones de vida del pueblo”, destacó el papá del joven asesinado.
Con llanto inconsolable, Jean Carlos Cacique rechazó las declaraciones emitidas por el Secretario de Seguridad Ciudadana de la gobernación del Táchira, Ramón Cabeza, en relación al caso.
“Me siento con la pena más grande que pueda sentir un ser humano pero en medio de este dolor me encuentro indignado por las declaraciones hechas por el señor Cabeza, donde aseguró que el caso de mi hijo fue un sicariato y que mi hijo tenía problemas delictivos”, criticó.
Cacique emplazó al vocero del gobierno regional a indagar sobre la reputación de su hijo asesinado por una pareja de motorizados encapuchados, que llegaron a lugar de la manifestación estudiantil, donde abrieron fuego contra los presentes.
“Busqué en la universidad la trayectoria de mi hijo, pregunte quién era él. Mi hijo era una excelente persona. Nunca consumió alcohol, ni fumó. Era agricultor porque trabajaba para ayudar a la familia y lo mezclaba con sus estudios. No acepto que una persona desconocida venga a jugar con nuestro dolor y la reputación de una familia. Por eso lo reto para que se acerque aquí a la comunidad con su gente de inteligencia policial y averigüe quién era mi hijo”, exhortó.
Como un joven «muy humano, colaborador con sus compañeros, humilde y trabajador de la agricultura, deportista que estaba ejerciendo su derecho a la protesta como lo establece la Constitución Nacional», así recordó Jean Carlos a José Gregorio.
“Él ya se disponía retirarse de la universidad cuando llego el delincuente que lo asesinó y empezó a disparar a todos los jóvenes que estaban allí. No aceptó que el señor Cabeza venga decir que fue sicariato. Mi chamo no era ningún delincuente, él no tenía antecedentes”, dijo.
Por su parte la Directora de la UPEL, extensión Rubio, Trinidad García, lamentó el asesinato del estudiante y repudió la vinculación con un sicariato.
“A cualquiera de los estudiantes o profesores que se encontraban caminando por la avenida en ese momento pudo haberlos alcanzado la bala que asesinó a José Gregorio, un joven de irreprochable conducta y muy apreciado dentro de la comunidad universitaria”, señaló.
Ejercerán acciones penales
La familia del joven asesinado anunciaron que ejercerán acciones legales en contra de quienes trataron de relacionar la muerte del estudiante con un ajuste de cuentas.
“Nadie puede estar difamando a mi hijo solo porque le da la gana. Mi hijo es un inocente y a lo mejor su muerta quede impune como todas las muertes que ocurren en el país a diario. Un país con dramáticos índices delictivos. La muerte de José Gregorio fue una bomba de tiempo para nosotros pero es una punta de lanza para seguir luchando”, precisó el padre del estudiante.
La población fronteriza de Rubio, lugar donde murió José Gregorio Pérez en las últimas horas ha estado marcada por protestas y represión por parte de la Guardia Nacional, dijo a El Estímulo el diputado a la Asamblea Nacional, Franklin Duarte, que se encuentra en la zona.
De acuerdo al parlamentario hay 6 detenidos y más de 50 heridos de perdigones lanzados por funcionarios militares.
“Los cobardes de la Guardia Nacional Bolivariana son cómplices de los asesinos y criminales sicarios pagados por el Psuv que atropellan al pueblo”, precisó el diputado nacional.
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