FOTOS | Margariteños fueron reprimidos durante el "trancazo"

Se concentraron en los lugares habituales y en todos fueron recibidos por los efectivos de seguridad del Estado. Conejeros, Los Robles, las avenidas Rafael “Fucho” Tovar, la Bolívar y la 4 de Mayo, además de La Fuente y Paraguachí, entre otros sectores, sirvieron de escenario a esta actividad en la que los margariteños se plantaron una vez más contra el presidente Nicolás Maduro y su convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente.
En casi ninguno de los puntos pudieron cerrar las vías. Solo lo lograron en la Jóvito Villalba, a la altura de Rattan Plaza, donde la Policía Nacional Bolivariana inició la confrontación lanzando bombas lacrimógenas a la sociedad civil, en su mayoría a adultos y ancianos. “Los chamos no habían llegado. Ellos vinieron después a apoyarnos por lo que estaba pasando. Normalmente en Nueva Esparta ellos (los policías) responden cuando hay provocaciones de los más jóvenes, cuando hay piedras de por medio, pero esta vez no fue así. Había viejitos con bastones y ellos empezaron la pelea, nos lanzaron las bombas y todos corrimos. Eso sí, en cuanto se acabó el humo llegamos los que estábamos y muchos más. Pensaron que así nos sacarían rápido y lograron todo lo contrario”, contó Carolina Prieto, quien se confiesa “opositora hasta la muerte”.  


Conforme pasaban los minutos se iba sumando más gente. Llegaban con capuchas, franelas, cascos y mascarillas para protegerse de los gases y de los policías que los identifican para “llevárselos presos”. Madres, padres, tíos, hermanos y hasta los abuelos de los estudiantes se quedaron en el lugar. “Miedo no tenemos”, decían. “Siempre nuestros muchachos están solos y ellos están dando la vida por el país, nosotros también tenemos que hacerlo”, comentaban mientras se tapaban con los árboles.

Hubo consignas, lectura de la Constitución y pelea, mucha pelea. Las señoras no dudaban para pararse frente a los funcionarios y pedirles a gritos que soltaran sus armas para unirse al pueblo y defenderlo. Pidieron paz y democracia. Fin a la represión. Pero esto no pasó, aproximadamente a las 3:30 de la tarde, tras contar hasta tres, la “resistencia”, que les había pedido a los efectivos que se retiraran del lugar, comenzó a lanzar piedras y rápidamente fueron reprimidos con una ola de bombas lacrimógenas. Los manifestantes esta vez estaban armados con escudos, fuegos artificiales, bombas molotov y piedras. Así se defendieron. Corrieron hacia la urbanización Jorge Coll para refugiarse, pero eran muchos más que los policías y lograron que estos retrocedieran, se montaran en sus patrullas y se fueran.

No tardaron ni cinco minutos en volver a plantarse, en el mismo lugar, donde celebraron su “triunfo”. “Nosotros somos más, cada día se suma gente que está despertando y está dispuesta a decirle no a la dictadura. Ahora esto es lo que encontrarán en las calles de Margarita: fuerza, unión y valentía. Pronto Venezuela será otra”, expresó un estudiante que pidió no ser identificado.
Este episodio dejó un saldo de al menos tres detenidos, según la ONG Nueva Esparta en Movimiento, que se mantuvo vigilante, junto a la organización “Cascos Verdes”, que estuvo atendiendo a los presentes. De acuerdo con su balance, hubo al menos 100 afectados, con asfixias por las bombas.

Un funcionario de la PNB también resultó herido. Explicó a El Estímulo que los manifestantes le lanzaron un palo encendido en llamas y que pese a estar uniformado con sus guantes, tuvo una fuerte quemadura. “Nosotros les explicamos desde que llegamos que no podían trancar las vías, que dejaran pasar a la gente, pero ellos no lo hicieron y tuvimos que actuar”, dijo.

Pese a que en Margarita habitualmente existe respeto de la PNB hacia los equipos de prensa, eso también cambió este lunes. Una funcionaria lanzó una bomba lacrimógena directamente hacia los periodistas de El Estímulo y el Sol de Margarita, aunque estaban retirados del lugar de la confrontación, solos y plenamente identificados.]]>