El presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, es enfático al asegurar que el mecanismo para la solución de los problemas de Venezuela debe pasar por un proceso de negociación y no por un simple diálogo, pues se necesitan «sacrificios de ambas partes».
Mientras que el analista John Magadaleno, cercano al antichavismo, está convencido de que los conflictos en los países, hasta con régimenes más «totalitarios», tienen que pasar por un proceso de negociación para lograr una solución a los problemas, algo que el Gobierno y la oposición venezolana deben explorar, dijo.
Ambos coinciden en que el éxito de las conversaciones iniciadas la semana pasada en República Dominicana dependerá de cómo se lleven los asuntos ahora.
León señaló que los intentos previos «han sido fracasos porque no se cumplían las condiciones básicas que son dos: que tengas como presionar y algo que entregar, y que entiendas que nadie entrega su cabeza para que se la corten».
Por otro lado, el politólogo Nicmer Evans, quien era cercano al chavismo y ahora es un crítico de la llamada revolución bolivariana, no se mostró muy confiado en el nuevo intento de diálogo pues, a su juicio, las cosas no se están haciendo de forma distinta, más allá de que haya nuevos mediadores y otros países participando.
Evans subraya que para la solución de los problemas del país también se necesita de la participación de varios sectores de la sociedad y no sólo de los actuales interlocutores: el Gobierno de Nicolás Maduro y la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Consultados sobre cómo pudieran afectar los nuevos acercamientos en las elecciones regionales, León señaló que seguramente la negociación será «satanizada» y que la relacionarán con la participación en los comicios, pero, apuntó, la decisión de la oposición de ir a las urnas «es menos malo» que no ir.
El encuestador también cree que puede haber un escenario de abstención que complique «el resultado», algo que Evans comparte, solo que para él esto se dará en un «alto nivel» que afectará «no solo a la oposición sino también al Gobierno que ha perdido credibilidad política».
En cambio, en opinión de Magdaleno, quienes creen que los encuentros de la oposición y el Gobierno afectarán los resultados del 15 de octubre, cuando se elegirán 23 gobernadores, son una minoría.
Por otra parte, el analista y constituyente Alberto Aranguibel manifestó que no se puede hablar de negociación sino de diálogo «como lo ha manifestado el presidente Nicolás Maduro», porque de lo que se está hablando es de un intercambio de puntos de vistas políticos para garantizar armonía en el país.
«La negociación sería el ángulo perverso del desempeño político», ponderó.
Mientras tanto, Gobierno y oposición mantuvieron silencio durante la jornada, pese a que Maduro encabezó una alocución televisada durante dos horas en la que reiteró sus denuncias sobre supuestos planes para asesinarlo que se estarían tejiendo desde Estados Unidos con la anuencia del presidente Donald Trump.
El líder chavista no hizo comentarios sobre el diálogo como tampoco lo hicieron los integrantes de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente que se reunieron hoy para discutir un acuerdo por el día internacional de la paz.
Con todo, los candidatos unitarios de ambos lados continuaron con sus actividades de campaña y se preparan para el inicio formal de la carrera a los comicios, previsto por el Consejo Nacional Electoral para este sábad]]>