Venezuela

Kolinda: no todo es lindo

Me confieso fascinada por el encanto y la actitud de la presidente de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarović, durante el desarrollo del Mundial de Fútbol. Su belleza, su simpatía y su sencillez cautivaron al mundo. En los primeros partidos la vimos sentada en las barras con sus compatriotas, aupando a su equipo. Estoy segura de que pocos jefes de estados podrían, no sólo sentarse, sino sentirse cómodos como ella se sentó y aparentemente se sintió

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Fotografía: AFP

Admiré que hubiera viajado en línea comercial, que se hubiera pagado su pasaje y además, que hubiera pedido que le rebajaran de su sueldo los días que se tomó para estar en Rusia acompañando al seleccionado croata. Cuando finalmente aceptó la invitación de Vladimir Putin de sentarse en el palco presidencial, lo hizo, pero nunca estuvo lejos, más bien se la vio más cercana y cálida que nunca. No me cabe duda de que Croacia llegó a ser subcampeón por la calidad de sus jugadores, la estrategia de su entrenador y por el ánimo que Kolinda Grabar les infundió.
Durante el partido final, su camaradería con Emmanuel Macron, su hidalguía al felicitarlo por cada gol de Francia y más tarde de aceptar su triunfo, quedará como un ejemplo de civilidad y buen hacer.
Sin embargo… ¡qué lástima que haya un “sin embargo”! un tuit de mi amiga Maruja Tarre me puso en sobreaviso… La señora Grabar-Kitarović, tan luminosa como apareció durante el mes que duró el Mundial de Fútbol, también tiene un lado oscuro. Todos lo tenemos, es verdad, pero ella tiene poder y eso lo hace más oscuro. Kolinda Grabar se define como una católica conservadora, pero su actitud tiene mucho de conservadora y poco de católica. Recién estrenada en su presidencia enfrentó con mano de hierro una masiva entrada de inmigrantes sirios a quienes expulsó del territorio croata. El tema de la inmigración es delicado y aún más lo es el del terrorismo, pero desplegar al ejército de su país a lo largo de la frontera para repeler la entrada de inmigrantes es inhumano. ¿Dónde queda el “ama a tu prójimo”?
En 2016 la presidente causó un escándalo cuando se fotografió sosteniendo la bandera de los ustachas, una organización racista y nacionalista que ha participado de varios crímenes contra judíos, serbios y otros pueblos. Durante un tiempo mantuvo un perfil bajo en ese sentido para no alborotar el avispero, pero en el Mundial entonó cantos nacionalistas de esa organización.
El portal El Desconcierto de Chile refiere que “en la misma línea, en junio de 2017 Croacia reformó su Ley de Extranjería, prohibiendo la atención de necesidades básicas -como vivienda, salud, alimento- a las personas extranjeras que residieran en Croacia de forma ilegal, sólo exceptuando casos de emergencias graves”. En particular la ha tomado en contra de los gitanos.
La señora presidente exige que las mujeres croatas llenen cuestionarios sobre su conducta sexual para poder venderles anticonceptivos, una actitud machista a todas luces. La conducta genital de cada individuo es parte de su vida personal y no debería estar sujeta a cuestionarios. Pero aceptemos que lo hace para prevenir enfermedades de transmisión sexual, en cuyo caso, los hombres deberían llenar los cuestionarios ¿Por qué no los obliga también?…
En fin, el carisma engaña. La bella rubia que se embolsilló al mundo entero no es tan linda como su nombre proclama. En el mundo no necesitamos más fascistas, ni racistas, ni machistas, ni muchos de esos “istas” que tanto daño han hecho. Necesitamos personas generosas y empáticas, que no se crean que están de vuelta de todo, que puedan colocarse en los zapatos del otro. Esos personajes carismáticos pueden hacer mucho daño… sólo recuerden -del otro lado del espectro- a Hugo Chávez…]]>

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