FOTOS | Metro de Caracas llega a 41 años al borde del colapso

Fue un ocho de agosto de 1977 que nació la Compañía Anónima Metro de Caracas y seis años después se inauguraron los primeros tramos del recorrido que iban desde la estación Propatria, al oeste de la ciudad, hasta la estación La Hoyada, en el centro de Caracas, para meses después extenderse hasta Chacaito.
Después de 41 años, el sistema cuenta con cinco líneas, las dos últimas sin concluir y a la espera de la línea seis que fue mostrada en el plan maestro del sistema para el año 1997. Sin duda alguna para sus inicios, este transporte público fue objeto de estudios y admiración en el mundo entero por su modernismo y vanguardismo, pero con la llegada de nuevos gobiernos y en especial del chavismo, el famoso Metro entró en un considerable deterioro que ha provocado que en la actualidad que sus propios usuarios le rehuyan.

En medio de la trepidante crisis venezolana el sistema de trenes subterráneo se quedó pequeño para la demanda de una ciudad creciente, en cuya superficie no hay suficientes unidades de transporte público, producto de la falta de repuestos. Pero bajo tierra la realidad no es distinta. Los boletos a precio de regalo durante años (congelados a cuatro bolívares) impidieron al Metro tener suficientes ingresos reales como para resolver problemas básicos que con el tiempo se transformaron en situaciones graves: falta de luces, suciedad en los andenes y vagones, y aires acondicionados y escaleras mecánicas permanentemente fuera de servicio.
Para los usuarios, la experiencia Metro no es lo que fue en sus inicios. Raquel Pantoja, vivió esa etapa y hoy luego de cuarenta años comenta a El Estímulo que cada vez que le toca usar el servicio siente que se le sube la tensión. Pantoja no es habitante de Caracas, vive en Valencia, pero en su juventud fue usuaria recurrente.
«Tener que tomar el Metro en La Bandera, hasta Altamira es una experiencia terrible. Uno no puede arreglarse porque te arrancan la cartera, te revientan los tacones y te meten mano por todos lados», comentó la caraqueña.
Los robos en el subterráneo y la proliferación de los vendedores informales se volvieron cotidianos. A nadie le parece extraño escuchar durante el recorrido el típico «Buenos días Caracas aquí les traigo el barrilete mi gente, a cinco mil bolívares date tú gusto, deleita tú paladar. Arriba te cuesta quince aquí cinco mil ¿Quién dijo quiero?».

El deterioro de los rieles y trenes vuelven más real el temor de muchos expertos y usuarios ante la posibilidad de una catástrofe que marcaría la historia de este servicio público. Mientras, el gobierno de Nicolás Maduro ha optado por anular los boletos y dejar libre la entrada, por lo que ahora indigentes pueden tener acceso.
Por su parte el Ministro de Transporte, Hipólito Abreu, dijo el pasado miércoles frente a las cámaras de Venezolana de Televisión que “En lalínea 1 hemos iniciado un plan de recuperación que va a permitir incrementar en un lapso de tres semanas a un mes el número de trenes a Línea 1, lo que va a garantizar  unos niveles de operatividad bastante cercanos a lo óptimo”.
Sin embargo muchos son los que se preguntan si a estas alturas ya es tarde para devolverle al servicio su antiguo esplendor, empañado por la desidia de la llamada «revolución bolívariana». Mientras tanto, en la superficie aún el caraqueño es testigo de las estaciones inconclusas y los proyectos por culminar que en las publicidades del Metro están visibles desde el año 2012.

]]>