Familiares de presos políticos exigen que Bachelet diga la verdad sobre Venezuela

Familiares de cientos de presos políticos protestaron por la crisis política, económica y social que vive Venezuela durante los últimos años.

Sandra Hernández, esposa del Sargento Mayor de Tercera Luis Alexander Vander Figueroa, uno de los militares sublevados en Cotiza, se pronunció por miles de torturas que ha recibido su esposo desde que fue recluido en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

Tortura a los presos políticos

“En el Dgcim (Vander Figueroa) duró 15 días, donde todos los días era torturado. Se le negó el acceso a la comida, no tenía ningún tipo de alimentación, lo electrocutaron, le colocaron asfixia con una bolsa y gas lacrimógeno, le arrancaron pedazos de piel de la mano, lo colgaban y daban con una cadena y con bates y con una manopla de metal. Luego lo colgaban de los pies hasta que se desmayaba, lo mojaban y le colocaban electricidad para despertarlo. Lo electrocutaban hasta que defecaba y lo obligaban a comer sus heces fecales”, comentó Hernández con un cartel en sus manos que especificaba el nombre y cargo de su esposo.

Hernández explicó que este fue el trato que le daban a su esposo y a los 24 presos que se sublevaron en el pasado mes de enero en Cotiza.

Actualmente, su esposo está recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, donde aseguró que la tortura a los presos no es física, sino psicológica.

“Lo encerraron en el Tigrito por 15 días, de los cuales cinco días duró sin comer absolutamente nada. Los médicos del centro de reclusión lo vieron y dijeron que tenía desnutrición severa. Más tarde, lo colocaron en aislamiento por un mes”, agregó.

Aseveró que su esposo era una persona sana y después de cuatro meses su salud se está viendo afectada. Tiene problemas de vista y de estómago, sufre de infecciones por las malas condiciones de la cárcel, además de un cuadro de desnutrición severa.

En abril fue la audiencia preliminar del sargento Vander Figueroa, cuando el juez afirmó la inocencia de los presos. Sin embargo, el juez indicó que habían “directrices” que acatar y por este motivo aún Figueroa y otros 24 militares siguen presos en la cárcel de Ramo Verde.

“A Michelle Bachelet solo le pido que diga la verdad, que su informe esté basado en la realidad de Venezuela. Que diga que sí hay presos políticos, que sí hay perseguidos políticos. Que haga su informe basado en lo que realmente ocurre en Venezuela, que eso va a hablar por si solo”, culminó Hernández.

Crisis educativa

Asimismo, Lourdes Villarreal, una profesora venezolana que manifestó junto a un grupo de estudiantes y familiares de presos políticos, exigió que Bachelet se quedara más de tres meses en el país para que visualizara como la crisis humanitaria a afectado al venezolano.

“Ella se fue por la puerta de atrás. No atendió a los medios que estaban acá, ni a las personas que la esperábamos. Ella debería visitar las escuelas, los hospitales, meterse a los barrios. No es nada más por donde Nicolás le indique”, dijo Villarreal.

Asimismo, denunció los bajos salarios que ganan todos los profesionales en el área, y los bajos recursos que tienen para trabajar.

“Este mes se murió uno de nuestros compañeros por falta de medicamentos. No tenemos los recursos para trabajar”, dijo Villarreal quien además es fiel manifestante desde 2014.

“Michelle Bachelet, yo se que tu no vas a solucionar esto. Pero eres la única ventana que tenemos para salir de este gobierno”, finalizó la maestra y explicó que gana 50.000 bolívares quincenales que no le alcanzan para sobrevivir.

El 19 de junio la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, llegó a Venezuela junto a una comisión, para reunirse con el gobierno de Nicolás Maduro y el líder de la Asamblea Nacional y presidente encargado de la República -reconocido por más de 50 países-, Juan Guaidó.