Economía

Bonos de Venezuela y Pdvsa acumularon en marzo su peor caída desde octubre 2016

Entre las razones se encuentran una caída de más del 10% en los precios del crudo, varias incidencias operativas en refinerías de Pdvsa y reportes sobre una próxima salida del Eulogio del Pino de la petrolera estatal. La negatividad se transformó en pánico en la última jornada del mes.

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FOTO: ARCHIVO | AP

Los bonos de deuda externa de la República y de Petróleos de Venezuela presentaron caídas de hasta 4 puntos a finales de marzo en medio de un clima de incertidumbre con respecto a la capacidad y la voluntad de la petrolera de cancelar el Pdvsa 2017, agravado por el dictamen del Tribunal Supremo de Justicia de invalidar a la Asamblea Nacional y revocar la inmunidad parlamentaria de los congresistas de oposición.
Un reporte enviado a clientes por parte de Knossos Asset Management, una firma especializada en el manejo de fondos de inversión, señala que si bien todos los bonos cerraron el mes en negativo, las caídas más fuertes se concentraron en los plazos intermedios cuyos vencimientos son en los años 2019 a 2022, «principales afectados ante el cambio en la percepción de los inversionistas y las implicaciones negativas de la caída de los precios del crudo».
Recalcó la firma que el volumen de operaciones se incrementó de forma importante en los últimos días de marzo, a medida que se aceleró la caída en los precios. La jornada de mayor volumen en todo el año 2017 tuvo lugar el viernes 31 de marzo, donde se estima un volumen transado de 401 millones de dólares a valor nominal.
«Los bonos de Venezuela y de Pdvsa cayeron 9% en promedio y arrojaron un retorno total de -7,8% incluyendo intereses. Los bonos de Pdvsa con vencimiento en 2017 experimentaron las caídas menos acentuadas, mientras que los plazos intermedios (2019- 2022) bajaron dos dígitos y prácticamente borraron la ganancia que tenían en el año. Por último, los bonos lowdollar value (menor rendimiento) perdieron 5% en promedio en el mes».
– Consecuencias de la sentencia –
A juicio de Knossos Asset Management detrás del dictamen «sin precedentes del TSJ subyace una necesidad cada vez más apremiante de financiamiento externo». El poder judicial sorprendido por la reacción de la comunidad internacional en su contra, reversó parcialmente esta decisión, pero mantuvo su posición de que el presidente Nicolás Maduro puede firmar acuerdos de interés nacional en el sector hidrocarburos sin aprobación explícita de la AN.
Reportes de la prensa de los últimos días sugieren que Pdvsa estaría buscando una venta acelerada de concesiones en la Faja del Orinoco con sus socios estratégicos, con el objeto de contar con la liquidez necesaria para hacer frente a los pagos de abril sin comprometer el flujo de caja destinado a sus operaciones y/o a las importaciones de alimentos para la nación. Sin embargo, es incierto si las multinacionales estarían dispuestas a extender financiamiento en las condiciones actuales, dada la amenaza constante de la AN de que repudiaría a futuro cualquier operación de interés público ejecutada sin su autorización.
«El consenso de los analistas de mercado (y nuestra visión) apunta a que Pdvsa cuenta con la capacidad de pagar el vencimiento del 12 de abril. La administración de Maduro ha continuado con su política de recortes de importaciones y priorización a los pagos de deuda, señalando que su voluntad de pago permanece intacta. Por otro lado, han trascendido rumores de que Pdvsa estaría buscando acuerdos de financiamiento a última hora. Los últimos reportes sugieren que Fintech Advisory, una firma especializada en distressed investments (prestamista de última instancia), estaría en conversaciones con el BCV (Banco Central de Venezuela) para negociar un préstamo de 500 millones de dólares».
De ser ciertos los rumores, Knossos considera que la búsqueda de financiamiento obedece a una maniobra de Pdvsa para hacer frente al pago sin tocar las reservas internacionales del BCV (las cuales se ubicaron en $10.399 al cierre de marzo).
«Si llegáramos a ver una caída en las reservas posterior al pago del 12 de abril, esto dejaría en entredicho la verdadera situación de liquidez externa de la República, y consideramos que podría ser un catalizador negativo para los precios de la deuda».
Sin embargo, la firma considera que un cambio súbito en la voluntad de pago carece de sentido estratégico en la coyuntura actual. «No hay elecciones en el futuro próximo; tampoco ha habido preparativos financieros o legales para un impago preventivo. Adicionalmente, funcionarios han reiterado la voluntad de pagar de forma constante en las últimas semanas, reforzando la hipótesis de que la República y Pdvsa continuarán pagando hasta que no cuenten con la capacidad de hacerlo«.]]>

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