Conviasa "le da la cola" hasta Cuba a pasajeros varados con destino a Madrid

De acuerdo con el comunicado de la línea aérea publicado el 24 de mayo, se atenderían a los clientes afectados en las instalaciones del aeropuerto internacional por número de cédula, en virtud del cronograma establecido.
«Hasta ahora yo no he visto a nadie que quiera ese dinero de vuelta. Es perder», dijo un joven que lleva casi dos semanas en el aeropuerto.
El placer de volar que promete Conviasa en su eslogan parece ser todo un mito. «No queremos reembolso, queremos viajar», aseguraron algunos de los pasajeros que no pudieron salir de Venezuela, rumbo a Madrid o Argentina.
Un trabajador de Conviasa aseguró a El Estímulo que el procedimiento se hará por medio de una planilla, disponible en la plataforma digital, para ser entregada en una oficina comercial o en un hangar de la aerolínea. El dinero invertido será transferido a la cuenta con la que se adquirieron los boletos, en un plazo de una a dos semanas. Sin embargo, la página web de Conviasa no estaba disponible para el reembolso y la reprogramación de vuelos será para después de agosto, indicó un empleado, aunque la empresa no lo ha anunciado oficialmente.
Algunos viajeros quedaron varados en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía tras la suspensión de los vuelos hacia España o Argentina, ante la falta de divisas para sufragar el costo de arrendamiento de aeronaves y de la póliza de seguro que debe cubrir la empresa para los vuelos.
El área del counter de la aerolínea estatal se convirtió en un campamento improvisado. Sobre el policromático de Carlos Cruz Diez que adorna el piso del terminal internacional reposan alrededor de 30 personas con sus maletas y con las esperanzas de «irse demasiado», como lo tenían previsto antes de que Conviasa truncara sus planes.

El duro piso del aeropuerto, colchonetas, sábanas y hasta suéteres funcionan de cama improvisada y las maletas, a veces, como almohadas. Algunos están en pijamas, cholas o medias, mientras revisan sus celulares, las tabletas o leen el periódico del día. La comida es comprada en los comercios del aeropuerto; muchos prefieren la practicidad que brindan las empanadas o los sandwich. Hasta un perro descansa resignado al lado de su dueña, quien lleva una semana acompañándola en la terminal aérea.
¿Y ahora?
Las dos hijas de Julio compraron boletos sin retorno con destino a Madrid para el 28 de mayo. Los pasajes se le quedaron fríos y su padre ha estado en el aeropuerto desde el domingo exigiéndole a Conviasa una solución. La propuesta de la aerolínea le costó más de $700 al adquirir dos pasajes La Habana-Madrid, con la condición de que Conviasa los llevaría hasta Cuba si mostraban un comprobante de la compra del boleto desde la nación caribeña hasta la europea.
Las rutas de Conviasa hacia Cuba, Panamá y Colombia siguen operativas. Pero desde La Habana es la idea más rentable -y barata-. «Ya estamos cansados, lo que quiero es que mis hijas se vayan y ya», comentó Julio a El Estímulo.
Precisó que por los pasajes a Madrid en Conviasa pagó hace casi dos meses Bs 1 millón 400 mil cada uno y el reembolso no es una opción para él. «Con el dinero que me gasté en esos dos pasajes, me lo regresan ahora y no me alcanza comprar otros», dijo el señor con frustración.

Sin embargo, no todos tienen 350 dólares disponibles en sus bolsillos para viajar en Cubana de Aviación de La Habana. «Ellos (Conviasa) solo se responsabilizan del pasaje hasta allá, después tú resuelves.  ¿Y como hago si todo lo vendí para irme de Venezuela?», dijo una señora desde su colchoneta sobre la obra de Cruz Diez.
Mercedes sí está considerando la oferta de Conviasa: está cansada de estar varada en Maiquetía. La venezolana, que vive en España desde hace cinco años, regresó hace meses al país para tramitar unos documentos sin siquiera imaginar que no podría volver a su casa. Su boleto decía que regresaría el 21 de mayo y desde esa fecha está en el piso del aeropuerto con su hijo de 15 años. No tiene dónde quedarse, ni suficiente ropa, solo la que está en su maleta.
«Estamos aquí varados como indigentes. Todo es un despelote, nadie sabe nada y no han dicho ni una sola verdad. Estoy decepcionada de todo», afirmó Mercedes. Indicó que compró su pasaje hace seis meses en Bs 700.000. «No quiero el reembolso. Ahora me dan eso y no me alcanza para comprar nada».

Asimismo, contó que una señora del personal de mantenimiento le ha permitido a ella y a su hijo tomar una ducha en los baños de los vestidores para los empleados del aeropuerto. «No nos han dado ni agua. Lo que molesta es la falta de respeto y la humillación», dijo la señora de 52 años.
La segunda opción que ofrece Conviasa no ha sido tan efectiva como sonó en un primer momento. Pasajeros señalaron a El Estímulo que les dijeron que podrían viajar a Madrid con cupos que la aerolínea Air Europa ofrecería a viajeros, anotados en una lista de prioridades (ciudadanos españoles, personas de la tercera edad o enfermos). Sin embargo, la promesa no se ha cumplido. Una bebé española de tres meses de edad, en los brazos de su abuela, y un señor de 81 años siguen esperando por una solución en el counter de Conviasa.
Por su parte, Sandra no cede: ella no quiere un «resuelve». «Quiero viajar con el pasaje que yo compré, no quiero reembolso y mucho menos irme hasta Cuba. Quiero que me den exactamente por lo que pagué. Aseguró que estará en el piso de la aerolínea «todo el tiempo que sea necesario».
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