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Si Homero hubiese sido futbolero

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Por: Ricardo Andreutti

Si Homero hubiese sido futbolero su epopeya la escribiría en honor al Leicester City. Hemos visto proezas futbolísticas a lo largo de la historia, como la Grecia de la Eurocopa del 2004, o la Dinamarca de 1992 pero todas en torneos cortos. En ese tipo de torneos sólo necesitas que confabulen una serie de factores en un periodo de tiempo muy corto. Ahí es donde reside la naturaleza epopéyica del Leicester, en su capacidad de mantener una intensidad superlativa  a lo  largo de una temporada maratónica, como lo es la Liga Inglesa.

Parece imposible hacer un análisis táctico de este equipo apodado The Foxes (Los Zorros) sin darle algunos matices románticos. Porque un equipo de futbol puede adoptar cualquier sistema, idea o funcionamiento colectivo, pero será exitoso en la alta competencia sólo con el compromiso más visceral de sus elementos y entre sus elementos. Se necesita lo más puro de la naturaleza humana para formar un equipo campeón, indiferentemente tengas un equipo plagado de jugadores élites o no.

El equipo que hace vida en el King Power Stadium no se caracteriza por un juego vistoso, ni mucho menos por ir a buscar los partidos a través de la posesión del balón. No se deja seducir por esa tendencia con raíces catalanas y holandesas, increíblemente es el décimo octavo en posesión de balón de la Premier con apenas el 42% de promedio por partido. Les seduce el juego efectivo, el disminuir la cantidad de errores propios en las facetas más básicas del juego. De no poder ganar un partido, encuentran la manera de que el rival lo pierda por sí solos. El éxito del Leicester está en su solidez defensiva, el compromiso táctico, el equilibrio de su mediocampo y en sacar el mayor provecho de sus transiciones relampagueantes.

El equipo de Ranieri encontró la solidez en el arco con Schmeichel, sin ser un portero espectacular su principal virtud es la capacidad de mantenerse enfocado en cada minuto de la temporada, no recuerdo haberle visto algún error que le haga pagar caro a su equipo. Maneja los fundamentos básicos de un arquero a cabalidad fiel a sus genes. En defensa, difícilmente sus centrales pierden en el juego aéreo con Huth y Morgan,  es ventaja en una liga donde hicieron del juego aéreo un arte a través de los años. Se sienten cómodos defendiendo dentro del área y rompen a las espaldas de sus volantes para achicar espacios para no dejar pensar al rival.

En el futbol moderno se utilizan los laterales para generar superioridad numérica en todo el frente de ataque, para expandir la cancha lo más posible y generar líneas de pase a través de las basculaciones. Con un juego tan vertical es difícil aprovecharlos en ese sentido, el técnico italiano logró interiorizar un criterio lo suficientemente eficaz como para identificar los momentos de equilibrio y desequilibrio. En una Premier League tan vertical ayuda a contrarrestar contraataques rivales ocupando los espacios por las bandas.

El Leicester tiene una dupla de volantes de primera línea que se complementan a la perfección, si Kante puede correr por toda la cancha los 90 minutos, Drinkwater sabe correrla los 90 minutos. No son los Gerard o Lampard, esos famosos medios box to box ingleses que juegan en ambas áreas, el desgaste vertical se genera principalmente para mantener el bloque compacto entre defensa y ataque debido a las transiciones tan rápidas de sus atacantes. Kante ocupa los espacios libres para generar equilibrio, y Drinkwater los identificas para generar las salidas rápidas. A todo esto, en el banco está la opción del suizo Ilner, jugador con una trayectoria comprobada a primer nivel.

Si continuamos en esta oda a la efectividad, Mahrez se convirtió en el jugador más productivo de la liga entre goles y asistencias. Se convierte en un tercer delantero y sabe identificar a la perfección todos los carriles en ataques para generar y ocupar los espacios ideales en las transiciones rápidas. Nombrado el mejor jugador de la liga por sus colegas, siempre colabora con el lateral para generar el dos contra uno en defensa y achica las líneas de pase interior del rival junto al volante de primera línea. Por el otro sector turnan Schlupp y Albrighton, pueden compartir el terreno de juego cuando este último hace la función de mediapunta. Si hay algo difícil en el futbol es la precisión técnica a alta velocidad, ambos manejan esa faceta con mucha facilidad.

En James Vardy nace una historia de superación que la pone en juego en cada partido. El Leicester City encontró un ídolo, a alguien a quien aferrarse y, el delantero con irreverencia y valentía asumió esa responsabilidad. Los espacios son su carnada, la solidez del equipo en terreno defensivo se los genera y se los ofrece en bandeja de plata, con contundencia Vardy lo agradece. Sabe hasta qué punto abrir a los centrales e interpretar los momentos para hacer el desmarque en ruptura a través de diagonales. Tiene muchos recursos para finalizar todas las jugadas. Si la jugada termina, en lo que sea, el equipo tiene tiempo de ordenarse.

Los jugadores que no son titulares en el once habitual son los más importantes para tener un equipo ganador. Si bien Ulloa, King, Okasaki e Ilner eran los actores de repartos, el equipo se mantuvo competitivo cada vez que jugaron. Se habló de que la ausencia de Vardy por suspensión mermaría  el desempeño del equipo, en el primer partido de esa suspensión obtuvieron una contundente victoria de 4 por 0, esto se debe al gran manejo de grupo, materia donde Ranieri dictó catedra en toda la temporada.

Compromiso entre los jugadores, encontrar el equipo y repetirlo en cada jornada. Complementos de sus líneas, generar superioridad numérica en la mayoría de las zonas del campo. Mantener un bloque en 35 metros entre centrales y delanteros a la hora de hacer posicionamiento. Procurarles muy pocas líneas de pase al rival para saltar zonas. Efectividad en ataque y defensa, no dar pelota por perdida, ganar las segundas pelotas. Son innumerables los factores tácticos que este equipo supo dominar a lo largo de la temporada que hoy los hace campeones. ¿Factor sorpresa? A lo mejor el primer tercio de campeonato, y lo supieron aprovechar. Después, se convirtieron en una realidad muy bien asumida.

Gracias a esos hombres hoy el futbol reivindico su postulación como otra maravilla del mundo moderno. Rindió honores a  su condición de manifestación de arte moderno. Un día después del día del trabajador este grupo de jugadores dignificaron a esta hermosa profesión.

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