El gobierno de Maduro aplica todo lo contrario a los principios antes citados: entrega la soberanía a la dictadura cubana que ha infectado el quehacer político nacional, mediante una descarada injerencia en el manejo que hace de nuestra fuerza militar y de inteligencia; de nuestra política internacional; de nuestra principal fuente de riquezas; de nuestras dependencias de identificación, registros, notarías, y otras.
Las ejecutorias del régimen antes de Chávez y ahora de Maduro, no se corresponden con el diseño de esa Constitución sino con otra, quizás la de Fidel Castro, y le cambia la tapa al libro para disimular.
Ahora mismo estamos ante definiciones cruciales como lo son en lo político el respeto a la voluntad popular que se manifestó en diciembre eligiendo una Asamblea Nacional plural y con mayoría calificada de la oposición, también el acatamiento a las normas sobre referendum revocatorio a los funcionarios de elección popular. En lo humanista el respeto a la libertad de opinión, de expresión, de manifestación, de disenso. En lo institucional la inviolabilidad de la separación e independencia de los poderes. En lo ético la pulcritud en el manejo de los dineros públicos y en la ética de los funcionarios.
Se está aplicando un texto diametralmente opuesto a los ideales antes citados ¿Cual es la Constitución real que aplica Maduro, esa que ha disfrazado con la tapa del librito azul?