Atletas olímpicos: "Queremos que se escuchen cosas buenas de Venezuela"

Cuatro años trabajando por la clasificación dan muestra del enorme compromiso de cada integrante de la delegación criolla. En Río, serán 86 atletas los encargados de defender el estandarte tricolor, desde el 5 hasta el 22 de agosto. Unos más experimentados que otros, pero todos con una meta clara: brindar alegría a Venezuela

Rubén Limardo: “Quiero hacer historia”

Con 31 años recién cumplidos, Limardo tiene en su haber el mayor logro que un atleta puede conseguir: ser campeón olímpico. Fue en Londres 2012, cuando el espadista criollo hizo sonar las notas del Gloria al Bravo Pueblo, tras 44 años de la primera presea dorada nativa, conquistada por Francisco “Morochito” Rodríguez.

Ahora, cuatro años después, y en sus terceros Juegos Olímpicos, el guayanés solo tiene entre ceja y ceja repetir el podio.

“Los JJOO son un reto bien difícil, pero es grandioso poder asistir nuevamente”, afirma el esgrimista, quien detalla su exhaustiva rutina de entrenamiento para la magna justa.

“La preparación ha sido muy fuerte. En los últimos meses nos hemos concentrado en ejercicios de estabilización y coordinación, para evitar lesiones; y en fortalecer los músculos que no fortalece la esgrima por naturaleza. Estamos enfocados en el trabajo técnico-táctico y la motricidad, pues ya pasamos la preparación física”, relata.

Pero el campeón olímpico no piensa solo en la prueba individual, que afrontará desde el 9 de agosto; también asume con garra la prueba por equipos, que se desarrollará desde el 14.

“El equipo venezolano –conformado por él, su hermano Francisco, Silvio Fernández y Kelvin Caña- sigue siendo potencia en el continente. Una muestra clara es el récord que tenemos en el Panamericano, donde somos la selección con más títulos entre 2006 y 2016. Por eso trabajamos fuerte, porque queremos brindarle una gran alegría a Venezuela”.

Limardo se muestra, además, con confianza para hacer lo que nadie ha logrado: convertirse en el primer espadista en repetir el título olímpico. “Sé que nadie lo ha conseguido aún, pero yo quiero hacer historia”.

Yaniuska Espinosa: «Estoy motivada»

Yaniuska es una atleta de oro, literalmente. La pesista se ha colgado tres preseas doradas y tres plateadas en sus últimas seis competencias; además de proclamarse campeona en los +75 kg en cada justa que asumió durante su ciclo olímpico.

Pero lo que pocos saben es que su corazón es tan grande como su palmarés. La atleta, de 29 años, asegura que su mayor motivación son dos pequeños niños que no se perderán ni una de sus competencias en casa: sus hijos.

“Me siento muy motivada, y aspiro llegar así, en excelente forma. Compito el domingo 14, y tengo varios domingos entrenando a la misma hora de la contienda para adaptar el cuerpo. Son meses haciendo ajustes, y me han favorecido mucho”, relata Espinosa, quien va con todos los hierros a Río.

“Estar entre las ocho primeras sería un logro importantísimo, porque la división pesada de las mujeres es muy difícil, es como competir contra hombres”, comenta. “La preparación ha sido excelente. Tenemos casi cuatro meses aquí en Brasil. Vino el equipo completo y luego definimos quienes iban a los JJOO. En general ha sido muy buena, y me ha hecho madurar como atleta y como persona”.

Asegura que su entrenador ha sido factor clave en su clasificación. “Todo ha llegado en el momento perfecto. Desde enero de 2014 cambiamos de técnico y fue una evolución radical. Comenzó a trabajar con mi entrenador de iniciación y ajustó detalles técnicos. Las marcas han hablado por sí solas”.

Su familia ha sido, sin duda, su pilar emocional. “Mi familia y mis hijos se han encargado de alentarme. Cuando estoy a punto de flaquear, me llega un mensaje o una foto, que me recuerda porqué hago las cosas. Estar lejos de casa me ha hecho ver que debo esforzarme más, esto debe valer la pena”.

Pero su prometido se lleva una mención especial. “Yo pensaba retirarme hace cuatros años, pero mi futuro esposo me insistió tanto en que debía seguir, que continué. Él me ha hecho el camino más fácil, me apoya muchísimo y cuando llegue de Río vamos a casarnos”.

Su mensaje para el país es sincero y optimista: “A Venezuela le pido que nos apoye con sus oraciones, con esa buena vibra. Estamos luchando con el alma para dejar a nuestro país en alto, y que el mundo escuche cosas buenas sobre Venezuela. Espero poder darle esa alegría a mi país”.

Yulimar Rojas, más enfocada que nunca

“Siempre soñé ser una deportista de alto nivel. Estoy sorprendida por lo que he logrado, y me parece sencillamente maravilloso. No tengo apuro en romper el récord mundial, pero sé que tengo todo lo necesario para lograrlo”, declaró Yulimar Rojas en febrero, tras su inolvidable conquista en la Reunión de Madrid.

Con solo 20 años, la nativa de Caracas –criada en Pozuelos, Puerto La Cruz- ha demostrado que tiene madera para traerse una medalla a casa, y se ha convertido en una de las mayores esperanzas olímpicas del país.

Ser la primera criolla en conquistar un Campeonato del Mundo en atletismo, la primera en incursionar en la Liga Diamante, y haber superado los 15 metros, hacen de la triplista una de las más grandes exponentes de la disciplina en Venezuela y el mundo.

Pero tales resultados requieren de preparación y concentración, por lo que desde hace unos meses tiene limitadas las entrevistas, por recomendación de su entrenador, el insigne saltador cubano Iván Pedroso, que ha sido una pieza fundamental en su desarrollo.

“Yuli es una atleta muy joven, pero con una capacidad de asimilación muy grande. Ha mejorado muy rápido su técnica y la estructura de su carrera. Los resultados hablan por sí solos”, expresó el exsaltador cubano, previo a la restricción de comunicación. “Ella me estima mucho, y eso  es bueno, porque todo lo que le indico lo toma con seriedad, con respeto y disciplina, y esa es la clave del éxito; me sirvió a mí como atleta, y es lo que quiero transmitirle”,

Elvismar Rodríguez: “Clasificar fue una alegría muy grande”

Estar en los JJOO de Río era un sueño para Elvismar. La judoca de Puerto Ordaz –que conquistó la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nanjing- no se visualizaba en la magna justa, debido a discordancias con la Federación Venezolana de Judo, que la dejaron fuera de la ruta de clasificación por demasiado tiempo.

Pero como talento y determinación es lo que le sobra a la joven de 19 años, no desfalleció jamás en su lucha por ir a Río. Finalmente, acuerdos entre la federación internacional de la disciplina y Mindeporte le dieron la oportunidad de demostrar de qué estaba hecha.

Y lo hizo. En solo cuatro meses –de una ruta de dos años- Elvismar se quedó con el boleto panamericano e inscribió su nombre en sus primeros Juegos.

“Cuando me retiraron de la ruta olímpica me desanimé un poco, pero siempre conté con el apoyo de mis entrenadores, Katiuska Santaella y Kilmar Campos”, relata la muchacha, quien demuestra su pasión, su garra, su habilidad y aptitud en cada movimiento sobre el tatami.

“Gracias a Dios, cuando se cerraba una puerta se abrían otras, y pude competir con el estandarte de la Federación Internacional de Judo en varios torneos”. Estas participaciones no le permitieron sumar puntos para el país, en la lucha por su boleto; sin embargo, para ella fueron vitales a la hora de mantener su condición física.

“Yo veía este ciclo como una preparación para Tokio, no para Río, porque clasificar en tan poco tiempo no sería fácil”, dice.

Sin embargo, la oportunidad estaba ahí, y no la desaprovechó. “Asistí a competencias de muy alto nivel; hice muchos campamentos de entrenamiento muy fuertes. Estuve en Alemania, Hungría, Polonia, Georgia; y cuando te enfrentas a judocas de talla mundial, y das la batalla, te das cuenta que tienes con qué”.

Los resultados de la atleta afirman su premisa. “Clasificar a Río fue una gran alegría para mí. No me lo esperaba”, dice con lágrimas en los ojos –aunque afirma que no le gusta llorar.

“Tenía el puntaje, pero faltaba una pelea para definir la tabla, y mi papá, una amiga y yo estábamos viéndola muy emocionados. Luego, la británica le metió tremendo ippon a la cubana. Comenzamos a celebrar. Con ese resultado, ya estaba en Río”.

Edgar Contreras: “Nunca aflojé, solo hice mi trabajo”

Foto: Mindeportes

Edgar Contreras es más que un joven atleta nativo. Es el único representante de la disciplina en Río y simboliza, además, el regreso del taekwondo venezolano a los Juegos Olímpicos.

Con apenas 24 años, el muchacho, que lleva la disciplina en las venas (es sobrino de la medallista olímpica Dalia Contreras), afirma que, como en el Preolímpico de Aguascalientes donde selló su cupo, dejará el corazón en la competencia para brindar satisfacción al país.

“Es un orgullo representar a Venezuela en los JJOO. Tuve mis altos y bajos durante el ciclo, pero siempre mantuve el ánimo”, expresa el larense, que reside en Puerto La Cruz.

“Pienso que cada quien tiene que encargarse de hacer lo que le corresponde. En el Preolímpico, solo me enfoqué en todo el esfuerzo que había hecho durante cuatro años, y no aflojé, solo hice mi trabajo”.

Ahora, con una plaza en la magna justa deportiva, asegura que dejará el corazón en cada combate. “Desde que clasifiqué, mi entrenamiento ha sido más personalizado. Entrené en Corea durante meses; competí ahí, en España y Alemania”, comenta. “Como todo atleta, quiero ganar. Por eso seré consecuente con lo que he venido haciendo en el tatami”.

Asegura que la clave del regreso del taekwondo es la inversión de tiempo y recursos en las bases de la disciplina. “Creo que trabajar con las nuevas generaciones fue fundamental, y pienso que deberían seguir haciéndolo. Ciertos pesos deberían dar paso a la generación de relevo”.

Se muestra sencillo, amable y agradecido por la confianza que han depositado en él. “Para mí es un orgullo que personas como Adriana Carmona, mi tía y mi entrenador Luis Noguera crean en mí. Eso me inspira. Agradezco también el respaldo que me ha dado mi país. Solo pido que sigan ahí, apoyándonos, y que los amantes del taekwondo sigan luchando por enaltecer este deporte”.

Carlos Claverie: “La meta es llegar a la final”

Tener 19 años no es un límite para Carlos Claverie. El nadador, que brilló en los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014, con par de medallas de plata y una de bronce, va con todo a sus primeros Juegos.

“Estoy súper emocionado de estar a punto de competir por primera vez en unos JJOO. Creo que estar en Nanjing me dio un poco de experiencia, en cuanto a la preparación y  saber cómo es estar en la villa”, declara el nativo, que se convirtió en el clasificado número 42, tras conseguir la marca en el Pro Swim de Minneapolis.

“A partir de noviembre, cuando accedí, la preparación se hizo un poco más exigente. En el equipo al que pertenezco en la universidad, en Kentucky, ya había varios nadadores clasificados, por lo que teníamos una preparación distinta”, relata. “Yo me enfoqué en trabajar mi modalidad y un poco de pesas”.

Su debut será temprano, y se estrenará el primer día, en los 100 metros pecho; el cuarto, competirá en los 200 pecho. “Si Dios quiere, nos meteremos en la final, ese es el objetivo”, afirma. “Nuestra meta es mejorar nuestras marcas y clasificar. Vamos a enfrentarnos a los mejores del mundo. Somos un equipo muy unido, y venimos a darlo todo”.