Las conversaciones formales entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana se celebrarán en Caracas y no en la Isla Margarita, tal como había anunciado inicialmente el Vaticano junto a las delegaciones, informaron este viernes a Efe fuentes de toda solvencia.Las delegaciones del Ejecutivo y la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) acordaron cambiar la sede del encuentro tal como habían demandado los opositores, indicaron las mismas fuentes.
Sin embargo, hasta el momento aún no se ha decidido cuál será el «espacio neutral» de la capital que acogerá las conversaciones.
Extraoficialmente se conoció que la reunión se llevará a cabo en el Meliá Caracas.
Tampoco se ha confirmado si se mantiene el próximo domingo como fecha del comienzo de la reunión.
De momento ni la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), ni el representante del Vaticano, monseñor Emil Paul Tscherrig, han ofrecido detalles sobre el desarrollo del encuentro.
Tras el anuncio del inicio formal de las conversaciones, y pese a que la MUD había acordado participar en la cita, a las pocas horas declinó la invitación poniendo como condición que la reunión debía instalarse en la capital venezolana y no en Isla Margarita.
Maduro, que en los últimos días se ha referido varias veces al encuentro de la Isla de Margarita, ha criticado los cambios de decisión de la oposición sobre su asistencia o no al encuentro y ha insistido en que se mantenga la sede de las conversaciones.
Después de meses de reuniones previas, la oposición aceptó iniciar el proceso de diálogo luego de que el Poder Electoral bloqueara el proceso de activación del referendo revocatorio del mandato de Maduro, un mecanismo con el que la MUD planeaba lograr que se convocaran nuevas elecciones este año.
La exploración del diálogo se inició con el auspicio de la Unasur y un grupo de mediación integrado por el exjefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y los expresidentes de Panamá Martín Torrijos y de República Dominicana Leonel Fernández.
En las últimas semanas se sumó Tscherrig en representación del Vaticano, tal como demandaba la MUD.