Venezuela

Venezuela fue el país donde Odebrecht pagó más sobornos en la región

Diversos países latinoamericanos han prometido investigar los sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht, pero no es el caso de Venezuela, donde el Gobierno calla a pesar de que funcionarios del chavismo están acusados de recibir 98 millones de dólares en coimas.

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El silencio del gobierno de Nicolás Maduro se produce a pesar de que Venezuela es el país fuera de Brasil donde la empresa pagó el monto más alto en sobornos, según documentos divulgados este miércoles por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Según los textos, la trasnacional entregó entre los años 2006 y 2015 “aproximadamente 98 millones de dólares a funcionarios gubernamentales y los intermediarios con el fin de obtener y mantener los contratos de obras públicas”.

Los documentos fueron divulgados por el Departamento de Justicia, luego que el Odebrecht aceptara pagar al menos 2.600 millones de dólares y su filial Braskem $957 millones por reconocer que realizó sobornos en 12 países, entre ellos nueve latinoamericanos, para lograr contratos públicos.

Se trata del mayor caso ante la justicia estadounidense por sobornos pagados por empresas extranjeras.

Los pagos se hicieron en relación con «más de 100 proyectos en 12 países, incluidos Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela«, según los documentos del Tribunal del Distrito Occidental de Nueva York.

El escándalo generó reacciones en varios países, que prometieron investigar la red de corrupción tejida desde la empresa brasileña.

América Latina reacciona

El gobierno de Colombia solicitó a Estados Unidos información sobre el pago de más de 11 millones de dólares para conseguir contratos de obras públicas entre 2009 y 2014, con las que logró beneficios por más de 50 millones.

La Fiscalía de Ecuador dijo solicitará a Brasil y Estados Unidos información sobre el pago de 33,5 millones de dólares a funcionarios para lograr proyectos en 2007 y 2008.

Por su parte, República Dominicana prometió actuar «con toda responsabilidad» contra quienes puedan estar involucrados en sobornos estimados en 92 millones de dólares para obtener proyectos entre 2001 y 2014.

Panamá a través de su Ministerio Público dijo que solicitará información a Estados Unidos sobre sobornos por más de 59 millones de dólares a funcionarios oficiales e intermediarios, incluyendo un alto funcionario panameño relacionado a obras de infraestructura.

El Gobierno de Perú prometió impulsar «a las instancias pertinentes» para que las investigaciones que se hacen sobre los sobornos pagados por la empresa brasileña Odebrecht a funcionarios peruanos «se profundicen», informó el primer ministro, Fernando Zavala.

Entre 2005 y 2014 la empresa pagó unos 29 millones de dólares a funcionarios oficiales peruanos, incluyendo allí un proyecto de infraestructura lanzado en 2005. Numerosos de esos pagos fueron realizados mediante empresas de propiedad del intermediario de las negociaciones. Los pagos también están relacionados con un proyecto de transporte lanzado en 2008.

En Venezuela, la Comisión de Contraloría del Parlamento –de mayoría opositora– dijo que investigará los supuestos sobornos a funcionarios del gobierno e intermediarios para conseguir contratos de obras públicas entre 2006 y 2015, durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Los lazos de Odebretch en Venezuela

Las coimas de Odebretch en Venezuela se registran entre los años 2006 y 2015, donde el gobierno chavista estrechó sus lazos con las administraciones brasileñas de izquierda de Luiz Inácio Lula Da Silva y Dilma Rousseff, separada este año de su cargo por el escándalo de la petrolera Petrobras.

Todas las obras en Venezuela fueron entregadas a Odebrecht sin licitaciones y fueron financiadas con la ayuda de instituciones oficiales como el Banco de Desarrollo Económico y Social de Brasil (Bndes).

Los acuerdos firmados por el fallecido presidente Hugo Chávez con Lula Da Silva implicaban jugosos contratos de obras públicas, donde figuraba la constructora, como la Línea 5 del Metro de Caracas, el Metro de los Teques, el tercer puente sobre el río Orinoco y el segundo puente sobre el Lago de Maracaibo. Ninguno de este proyectos han sido concluidos.

La empresa brasileña llegó a Venezuela en 1992 con un contrato para construir un centro comercial en Maracaibo y seis años después se adjudicó uno relacionado con obras vinculadas a la construcción de la línea 4 del Metro de Caracas.

Con información de agencias y revista Climax

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