Casi cerca del mediodía, la presidenta de la Federación de Centros Universitarios, Rafaela Requesens, reveló el destino previsto para marchar: El Ministerio de Interior y Justicia. ¿La novedad? Ya las fuerzas del orden se encontraban apostados en la mencionada salida, así como en otros accesos.
Con un piquete de la Guardia Nacional, 2 unidades conocidas como «Rinocerontes» y dos «Ballenas» esperaban a los jóvenes.
Los fotógrafos de El Estímulo lograron ingresar a la Ciudad Universitaria por el Hospital cerca de las 12:15 PM y apenas llegaron a la puerta Tamanaco, la represión por parte de los cuerpos de seguridad inició.
Foto: Gustavo Vera / El Estímulo
Foto: Andrea Hernández / El Estímulo
Una de las primeras acciones de los manifestantes fue tratar de evitar que, tanto la Policía Nacional y la Guardia Nacional entraran a la UCV. Los efectivos estaban como a unos 70 metros del arco de la entrada y durante la permanencia de los fotoperiodistas, el piquete avanzaba y se ubicó en casi 20 metros.
Foto: Gustavo Vera / El Estímulo
Foto: Andrea Hernández / El Estímulo
Para buscar protegerse del incesante bombardeo, los estudiantes tomaban las lacrimógenas y las sumergían en recipientes con agua y en los charcos que estaban en la zona.
Las bombas de gas cayeron en varios lugares, sobre todo en las zonas verdes, mientras usaban las barreras plásticas anaranjadas para protegerse del ataque.
Foto: Gustavo Vera / El Estímulo
Foto: Andrea Hernández / El Estímulo
Foto: Andrea Hernández / El Estímulo
Hoy, el efecto de las lacrimógenas fue más fuerte porque al parecer, el viento no estaba a favor de los manifestantes. Más bien el aire no circulaba, lo que produjo varios casos de asfixia, atendidos por los voluntarios de Cruz Verde.
Foto: Gustavo Vera / El Estímulo
Foto: Andrea Hernández / El Estímulo
A pesar de esto, los estudiantes se defendieron con gallardía e incluso, como en la Segunda Guerra Mundial, decoraban sus instrumentos de pelea con frases dedicadas.
Foto: Gustavo Vera / El Estímulo
Foto: Gustavo Vera / El Estímulo
Foto: Andrea Hernández / El Estímulo]]>