Venezuela

Las negociaciones en Santo Domingo marchan rumbo al matadero

Venezuela está a las puertas de la cuarta reunión entre la oposición y el oficialismo en República Dominicana. Se esperan resultados concretos para este jueves y viernes, mientras que los posibles escenarios están puestos sobre la mesa. Muchos de estos apuntan al repetido desenlace de las antiguas conversaciones: el fracaso.

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FOTOGRAFÍA: TATIANA FERNÁNDEZ | AP

Para el politólogo, Luis Salamanca, estas negociaciones se volvieron una perdida de tiempo que no favorece a la oposición, por ser un mecanismo del chavismo para desprestigiar la imagen de la coalición opositora, la cual ha caído tras el cese de las protestas de 2017, los dos últimos procesos eleccionarios del país durante 2017 y la juramentación de algunos gobernadores ante la Asamblea Nacional Constituyente, tildada por esta tendencia como «fraudulenta».

A sólo horas del cuarto encuentro en Santo Domingo, el experto no visualiza al gobierno en una posición de ceder y cumplir con los requerimientos de la oposición: Liberación de presos políticos, apertura del canal humanitaario, respeto a la Asamblea Nacional y el reconocimiento de los partidos para su postulación, de cara a las presidenciales de este año.

Las razones que da, vienen ligadas a la conducta de la cúpula gubernamental, caracterizada según Salamanca de «autoritaria y apegada al poder», pero destaca que ahora hay un compromiso real por parte de Maduro, debido a los intereses económicos que están de por medio.

«Tienen sanciones y estas le impiden negociar con otros países con tranquilidad. Tenemos a un Maduro poco sólido que busca estabilidad en estas negociaciones», pero esta inconsistencia en el Gobierno, según su opinión, se acentúa por la crisis general que azota a Venezuela, mientras que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se debate en disputas internas que los debilitan en vez de buscar un foco que los revitalice.

Por su parte, Maria Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela, define estas reuniones como una «farsa» en la que el hambre es el único tiempo que el pueblo conoce, mientras los días se suman tras cada encuentro fallido. Para ella es evidente que la función de este nuevo diálogo es el de engañar a la sociedad con falsas promesas que no se volverán realidad, porque los que llama como «narcogobierno» sólo quieren más tiempo para perpetrarse en el poder.

Su visión es que desde un principio no debieron volver a sentarse con los representantes del presidente Nicolás Maduro por las vivencias pasadas en las que «se burlaron del papa Francisco y su representante, Pietro Parolin, el cual mediante una carta exigió que para una conversación seria se debían establecer ciertas condiciones«. Agregó que es ahora la comunidad internacional el nuevo objetivo de risas para el gobierno, por lo que sentencia que los chavistas no darán su brazo a torcer ante las exigencias de su contraparte.

El segundo escenario planteado es si los representantes de Maduro en Santo Domingo aceptarán el cambio de los rectores del Consejo Nacional Electoral. Nuevamente Salamanca es enfático y rechaza esta opción, porque el Psuvismo perdería el control que ha mantenido desde la centralización de los Poderes Públicos y la parcialización de estos.

Aseguró que la oposición debería enfocarse en buscar a su candidato y presentarlo a los venezolanos para lograr la unidad, por lo que llama a la ciudadanía a votar, aunque el CNE esté «viciado»porque esa es parte de la estrategia del gobierno con la mesa de diálogo «mantenerlos la mayor cantidad de tiempo en República Dominicana para que el pueblo piense que estos negocian asuntos negativos para el país, mientras de cara a los medios muestran lo que todos necesitan».

La desconfianza total en el legado de Hugo Chávez llevó a la exparlamentaria a destacar que no importa si con el dialogo se logra o no, remover a los rectores, porque con la Asamblea Nacional Constituyente se puede desmontar a ese nuevo CNE, como se hizo con el Poder Legislativo, cuyas competencias fueron anuladas debido a la negativa de subordinarse ante un poder supraconstitucional.

Al respecto de la apertura de un canal humanitario,  Salamanca no lo ve como una opción viable. «Maduro al aceptar este factor asume que el plan de gobierno iniciado por Chávez en 1999, de sacar a la pobreza y lograr igualdad de condiciones en la sociedad fracasó, y si esto pasa, automáticamente él también lo hizo, porque él es la continuación de este ideal».

Entretanto, Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida) expresó que no se ha visto un avance en las reuniones previas, lo cual quedó demostrado en las declaraciones del jefe de Estado sobre su rechazo a la medida por ser muestra de una intervención en Venezuela.

Valencia además es integrante de la mesa técnica de la oposición en el país caribeño y ha expuesto documentos que han pasado por manos de los representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el que se explica el sistema para recibir los insumos y medicamentos. Estos se basan en protocolos de fondos de emergencia y fondos rotatorios y no en intervencionismo extranjero.

El experto recalca que si el Gobierno acepta la colaboración, en dos semanas comenzarían a llenarse las despensas de hospitales y farmacias, sin embargo, hace un alto y detalla que la medida es un alivio y no una solución, por lo que habría que hacer un trabajo duro para que el sistema de salud se normalice, en medio de una crisis en la que enfermedades como la malaria, la difteria y la tuberculosis han regresado.

Hay un conflicto en las bases del oficialismo. Aclara el activista por los derechos humanos, porque  una parte de este sector quiere que se abra el canal para que se acaben las muertes y los tortuosos padecimientos, pero otra cara del chavismo no quiere, para no reconocer que durante 18 años el sector salud se fue en picada.

Si este 11 y 12 las negociaciones no llegan a un acuerdo, Codevida se desligará de los encuentros y buscará ayuda en la comunidad internacional para que se aplique más presión, porque él sabe que ahora los representantes de los países alrededor del mundo están más comprometidos con la causa Venezuela.

Al final no hay un vencedor ni perdedor entre los dos polos, pero es el ciudadano que hace colas por medicinas y comida es el gran perjudicado, mientras el oficialismo muestra una inclinación hacia lo que ha hecho en oportunidades anteriores «no llegar a acuerdos».

Por otra parte, Machado subrayar al declarar que no se pueden pedir elecciones, porque ese concepto murió en Venezuela desde que se violó la soberanía popular el pasado 16 de julio de 2017.

La búsqueda de un líder le parece absurda porque es desconocer el deseo del pueblo y la verdadera ruta que debe apuntar a una negociación real, en la que la salida del Presidente sea el primer punto, porque de lo contrario cada intento confunde más a la comunidad internacional, quien no entiende la actitud de la coalición opositora que acude a donde Maduro quiere, mientras que para ella esto es una trampa que fortalece el desprestigio de la oposición, el cual durante el primer semestre de 2017 mostró gallardía y deseos de lucha, para luego subordinarse ante la ANC y recoger migajas en vez de tomar una postura rígida y alineada con el deseo del pueblo subyugado.

Sin embargo, faltan sólo horas para que el nuevo encuentro se lleve a cabo. La comunidad internacional y los miembros opositores de la negociación esperan un resultado positivo que le devuelva la certeza a esa serie de países que se solidarizaron con Venezuela desde el pasado abril y quienes esperan algo más que un escenario estéril, el cual sea la antesala para unas próximas negociaciones en un tiempo no muy lejano, aún cuando una gran porción de la sociedad venezolana no quiere que se reunan.

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