Venezuela destaca entre los países más peligrosos para el periodismo en el mundo

Venezuela reportó la mayor caída del continente americano en cuanto a la tolerancia con la prensa al perder seis posiciones del índice con respecto al año pasado, según este índice que coloca a América Latina como la región más peligrosa para ejercer periodismo en el mundo.
La caída del país en el índice obedece, en buena parte, a los «excesos autoritarios» cometidos por el gobierno de Nicolás Maduro contra los periodistas nacionales y extranjeros, que son «constantemente el blanco de la policía y de los servicios de inteligencia venezolanos» al recoger políticas y agresiones registradas contra la libertad de expresión en el país durante 2017.
Los periodistas, según el informe, «sufren cada vez más agresiones durante las manifestaciones, detenciones arbitrarias –durante las cuales pueden sufrir agresivos interrogatorios–, así como la destrucción de sus equipos; también es más frecuente que se expulse del país a reporteros extranjeros».
Reportero Sin Fronteras destacó que en Venezuela  también aumentó la censura directa del Estado  durante el año pasado.
La ONG recordó la censura aplicada por la estatal Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) contra numerosas radios y televisiones críticas. «Por otra parte, la escasez de papel golpeó a la prensa escrita de oposición. Al impedir la labor de los periodistas, el gobierno trata de que no se conozca la magnitud de la grave crisis política y económica que sacude al país desde inicios de 2016″.
Para RSF, al impedir la labor de los periodistas, el gobierno de Maduro «busca que no se conozca la magnitud de la grave crisis política que sacude al país».
Venezuela está por encima de países como Sudán del Sur, México (considerado el más peligroso del mundo después de Siria); Cuba y Corea del Norte, que ocupa el último lugar de la lista.
Cuba, donde el «régimen castrista monopoliza casi por completo la información», sigue siendo el país peor calificado del continente (172º); mientras que Costa Rica, que cuenta con un «sólido marco legal en materia de libertad de información» es el mejor valorado (10º).
Noruega ocupa el primer lugar de la lista.
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