Estragos de la revolución: los sacrificios para no morir de hambre
Cuando la necesidad golpea en el estómago y no hay con qué llenarlo, el desespero envuelve a los hambrientos. La grave crisis alimentaria y el limitado poder adquisitivo han puesto a más de un venezolano contra las cuerdas. En cuanto se acaba “lo poco que hay”, el valor económico se antepone al sentimental y obliga a prescindir de los objetos preciados para poder comer