Una de las fuentes consultadas es un funcionario de alto rango venezolano y que está sancionado por la Casa Blanca por corrupción y otros delitos. Al parecer, habían intentado tender puentes de comunicación con la administración del hoy expresidente Barack Obama pero fueron rechazados.
Sin embargo, desde que Donald Trump asumió el poder y después que declarara abiertamente que no descartaba una opción militar para Venezuela, animó al grupo insurgente a tocar la puerta una vez más en Washington en otoño de 2017, mismas que continuaron hasta 2018, y durante esas conversaciones, celebradas en el extranjero, los militares venezolanos aseguraron al Gobierno estadounidense que representaban a cientos de miembros de las Fuerzas armadas que no estaban de acuerdo con Maduro.
Ahí le solicitaron a Estados Unidos tener una comunicación cifrada para estar seguros y poder coordinar acciones mientras instalaban un gobierno de transición para luego llamar a elecciones. Pero el plan, según el artículo, fue desestimado por las autoridades norteamericanas tras no darle lo solicitado y después de un operativo en el que se detuvo a varios efectivos vinculados con los planes golpistas.
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