Diez años después del sismo, el sistema sanitario de Haití está al borde del abismo
Más de 200.000 muertos, 300.000 heridos y 1,5 millones de personas sin hogar dejó el sismo de magnitud 7 el 12 de enero de 2010 que arrasó la capital Puerto Príncipe y su región aledaña
Diez años después del terremoto que devastó Haití, su sistema sanitario, lastrado por la crisis económica y política, está al borde del abismo, denuncia la ONG Médicos Sin Frontera (MSF).
«Las estructuras médicas –incluidas las gestionadas por MSF– apenas consiguen suministrar los servicios básicos (…) en tanto las necesidades médicas siguen siendo importantes», según un comunicado de la organización.
El 12 de enero de 2010, un sismo de magnitud 7 arrasó la capital Puerto Príncipe y su región aledaña, dejando más de 200.000 muertos, 300.000 heridos y 1,5 millones de personas sin hogar.
«El apoyo internacional que el país recibió o que fue prometido tras el terremoto nunca se concretó, o cesó desde entonces», lamenta Hassan Issa, jefe de misión de MSF.
Según el vocero, la atención mediática hacia Haití se ha desviado, aunque el país sigue estando hundido en la precariedad y la violencia.
Desde el verano (boreal) de 2018, violentas manifestaciones reclaman la retirada del presidente Jovenel Moïse, acusado de corrupción. Estas protestas tienen paralizada la actividad de este país del Caribe.
Su economía, ya muy débil, entró en recesión en 2019 con una reducción del PIB nacional de 1,2%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esta crisis ha tenido un profundo impacto en el sistema sanitario haitiano, constata MSF.
En Puerto Príncipe, el centro de urgencias de la oenegé recibió 2.450 pacientes por mes en 2019, «10% de los cuales con heridas de bala, laceraciones y otras heridas causadas por la violencia».
Haití, el primer país de América Latina y el Caribe en alcanzar su independencia en tiempos de la colonia, padece hoy una crisis sistémica, una suerte de atolladero lo convierte en un “Estado fallido”, condición de la que sólo podrá salir con un apoyo más decidido y compromiso de la comunidad internacional
Su avión, que no pudo aterrizar en Haití por la inseguridad, le llevó finalmente al territorio estadounidense de Puerto Rico, desde donde anunció su renuncia el lunes
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