La venezolana Yulimar Rojas deberá esperar a una nueva ocasión para tratar de batir el récord del mundo de triple salto de la ucraniana Inessa Kravets -15,50 metros-, tras imponerse este viernes en la reunión de Doha, segunda prueba puntuable de la Liga de Diamante, con un mejor intento de 15,15 metros.
Rojas, que el pasado sábado se quedó a siete centímetros de la plusmarca mundial tras saltar 15,43 metros en España, en la localidad jienense de Andújar, no pudo acercarse en la capital catarí al legendario registro de la ucraniana.
Y eso que la vigente campeona del mundo no pudo empezar mejor el concurso, tras superar ya en su primer intento la barrera de los 15 metros con un salto de 15,15 metros, que situó a Rojas en la cabeza de la prueba.
Pero los nulos que firmó en su segundo y tercer intento parecieron descentrar a Yulimar Rojas, que en el cuarto se tuvo que conformar con unos discretos 14,44 metros tras ni tan siquiera tomar tabla en su salto.
Un fallido intento, como demostraron los gestos de contrariedad de la venezolana, que pasó factura a Rojas, que volvió a firmar un nulo en su quinta y penúltima tentativa.
Pese a ser la única capaz de superar la barrera de los 15 metros, Yulimar Rojas tuvo que jugarse el triunfo en su último salto, tras la nueva normativa establecida para este año en la Liga de Diamante.
Desde este curso los saltadores se jugarán la victoria en las pruebas de la Liga de Diamante en un único y último salto, en el que sólo participarán las tres atletas que hayan logrado las tres mejores marcas.
Una “muerte súbita” en la que Rojas se impuso a las jamaicanas Kimberly Williams, segunda, y Shanieka Ricketts, tercera, tras firmar un último intento de 15,11 metros.
Marca insuficiente para cuestionar los 15,50 metros que posee como récord del mundo la ucraniana Inessa Kravets desde el ya lejano 1995.
Mucho más atrás quedó la campeona olímpica, la colombiana Caterine Ibargüen, que tuvo que conformarse con la octava posición con una marca de 13,86 metros.