Elecciones 2024

Así trabajaron los guardianes de las actas el 28 de julio

La documentalista Danielly Rodríguez habló con algunos de los protagonistas silenciosos de la elección presidencial: esos que se prepararon para resguardar las actas

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Danielly Rodríguez
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“Las actas son la única prueba que tenían los representantes electorales para saber qué pasó en cada mesa. Para el caso del estado Apure, tuvimos nuestros testigos en todas las mesas electorales, aunque no permitieron la verificación ciudadana en muchos de los centros de votación. Aún así, logramos el resguardo de las actas, porque esa era la única manera de demostrar que nosotros ganamos las elecciones de la forma más democrática y pacífica posible”, dice Héctor, mientras recibe el mensaje de una testigo de mesa con las actas que resguardó en el Municipio Biruaca del estado Apure.

Héctor, como otras miles de personas, ayudó a recoger y proteger las actas de la elección presidencial el 28 de julio.

Las actas son emitidas por la máquina que contabiliza los votos emitidos a favor de cada candidato. Cada máquina envía un acta electrónica directamente al Centro Nacional Electoral (CNE), pero antes se imprimen y son entregadas únicamente a las personas acreditadas por el CNE.

Para comprender un poco mejor una testigo de mesa para el Distrito Capital, explica:

— El CNE nombra al presidente, secretario, miembro A y miembro B, para cada centro de votación. Los testigos de mesas, por su parte, son personas llamadas por los propios partidos políticos para resguardar y convalidar el proceso electoral. Mientras que quienes hacen la verificación ciudadana no son ni testigos ni miembros de mesa, sino ciudadanos que en el último momento se escogen, cuando se selecciona una mesa para abrir la caja y contar las papeletas. En los centros, según el número de mesas que haya, se abre el 30% de las cajas y se cuentan los votos y deben coincidir: caja con máquina con cuaderno. Por lo que no hay justificación de que aún no se tengan actas oficiales por parte del CNE.

La organización para la protección de estas actas jugó un papel fundamental para la obtención de pruebas de los votos. No solo hubo el trabajo de los testigos de mesa, sino el de personas que aguardaron a las afueras de los centros de votación, dando desde asesorías legales y acompañamiento al equipo de la oposición.

Por esa labor, testigos y participantes de esta red de resguardo denuncian que son perseguidos y buscados por civiles armados o funcionarios de seguridad del Estado para ser detenidos.

Una de estas acompañantes de resguardo tuvo que salir de su hogar y se encuentra escondida. Aún así, resalta la importancia de la intervención y papel fundamental, y el apoyo de toda una comunidad que permitió tener el conteo de las actas.

— Indiscutiblemente, la formación que tuvieron los testigos fue trascendental para lograr el resguardo de las actas. En todo momento sabían que ese era el trabajo: resguardo y obtención de las actas. Antes, la gente no se preocupaba por ser miembro de mesa, pero logramos entender que estando dentro del proceso era que se podía tener un medio de prueba para decir si ganamos o no, y ese medio de prueba es el acta.

La organización abarcó todo el país. En el estado Falcón hubo personas que trabajaron como facilitadores en la formación de testigos para que conocieran las normas y actuaran acorde a la Ley. Uno de estos facilitadores celebra el logro.

-Gracias a esa labor de los testigos es que hoy tenemos las actas. Durante la verificación ciudadana la gente ya estaba envalentonada, gracias al empoderamiento de la norma, de las leyes y de que la gente los estaba apoyando afuera. Ya nadie se dejaba engañar y el chavismo ya se había dado cuenta de que no podía con la formación que se le dio a los ciudadanos.

Pero en Apure, aún cuando estaban organizados, se enfrentaron a diversos obstáculos. Una vez impresas las actas en los centros de votación, estas debían ser movilizadas y resguardadas. Al respecto, Hector nos dice:

-Estuve monitoreando 12 centros de votación en todo el casco central de San Fernando de Apure. Ya pasadas las 6 de la tarde, los miembros del Plan República no querían cerrar los centros de votación porque, según, tenían órdenes de dejar las mesas electorales abiertas. Pero ante la presión ciudadana tuvieron que cerrar, porque no había electores en los centros de votación. Cada centro parecía un campo de batalla, porque enviaban a colectivos de civiles armados a intentar dispersar a las personas.

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Foto: Israel Fuguemann / Cortesía

Esta organización se denominó la “Red 600k”: 600 mil personas organizadas en toda Venezuela, formadas con seis meses de antelación para la defensa de las actas.

Uno de los participantes destaca la importancia de los “radares”, las personas encargadas de apoyar a las afueras de los centros de votación, para la logística y mantener contacto con los testigos de mesa), quienes tuvieron un papel fundamental a la hora de la transmisión de las actas, ya que a través del código QR enviaban los datos directamente.

-En San Miguel de Mantecal, en el Municipio Muñoz, a la hora del escrutinio, la transmisión de los datos no fue efectiva. Los presidentes y miembros de mesa no querían permitir la impresión de las actas. Pero en ese momento entró la maquinaria 600k, que son las personas que se mantuvieron afuera del centro, al resguardo de los testigos y miembros afiliados a nosotros. Una estructura nunca antes vista en el país y una experiencia maravillosa e histórica para todos nosotros. La organización, disciplina en todas y cada una de las cosas que se debían utilizar e implementar para el “día D” (alusión al día domingo, día de las elecciones presidenciales), y es por eso que fuimos ganadores.

La Red 600K, al menos en Apure, afirma que logró el resguardo de las actas a través de una operación que consistió en acompañar al testigo que las transportaba hasta un lugar seguro, para posteriormente cambiarlas de sitio en varias oportunidades. Hasta que una persona, quien era la única que conocía de la ubicación final de las actas, llegaba y las recogía todas para enviarlas al comando de campaña nacional.

Al día siguiente, el 29, se llevó a cabo una “operación remate” en la que los testigos que viven en zonas aledañas, zonas rurales, entregaron las actas, luego de haberlas mantenido a salvo en medio de alertas sobre persecuciones.

Héctor, en Apure, lo tiene claro:

-La gente no solo entendió el mensaje de salir a votar, sino que siguió el mandato de resguardar las actas electorales. Esa era la única manera de demostrar que nosotros ganamos las elecciones. Un proceso de resguardo cívico y preparado. -Danielly Rodríguez

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