La CAF se decantó por proyectos para beneficiar con dos créditos a Panamá, que suman 325 millones de dólares, destinados a proyectos educativos y de saneamiento y servicio de agua, mientras que para Argentina, aprobó un préstamo de 100 millones de dólares para el desarrollo urbano de tres barrios precarios de Buenos Aires.
De acuerdo al diario El Universal, los recursos serían transferidos directamente al Banco Central de Venezuela (BCV) o al Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes) y por lo general, la CAF da dinero para proyectos en materia de infraestructura.
En junio de 2018, el diputado a la Asamblea Nacional, Ángel Alvarado, denunció que el gobierno nacional estaría solicitando a la Corporación Andina de Fomento (CAF) un préstamo por más de 130 millones de dólares para evitar caer el default.
“El Ejecutivo le está pidiendo a la CAF un préstamo a través del Banco Central de Venezuela (BCV), pero sabemos que es el mismo gobierno que controla todo. El Ejecutivo está desesperado porque necesita buscar una solución rápida para resolver el problema económico”, dijo el parlamentario en un contacto por El Estímulo.
A finales de 2017, el órgano andino informó que fue aprobada una línea por hasta 400 millones de dólares al Banco Central de Venezuela (BCV), para “mitigar riesgos de liquidez en el manejo de pasivos” y garantizar la estabilidad de importaciones en ese país.
Por su parte, el diputado al Parlamento Julio Borges alertó que si ese crédito era aprobado, la CAF estaría cometiendo un acto «irresponsable y contrario a sus principios», por lo que dijo que la Asamblea Nacional no reconocería ese dinero y a su juicio, «será destinado para el sostenimiento de una dictadura que mata de hambre a los venezolanos».