Opinión

En Boconó (casi) nadie habla de los marines

En “el jardín de Venezuela”, como se le conoce a la población de Boconó en el estado Trujillo, se habla de las preocupaciones de la vida cotidiana, más que de un grandilocuente conflicto de gran escala con EEUU. El Mar Caribe está lejano, no sólo geográficamente

Publicidad

Los casi 280 kilómetros que separan a Barquisimeto de Boconó representan en un carro particular un viaje de prácticamente cinco horas, “más que para viajar a Caracas”, acota el chofer que nos transporta a esta ciudad trujillana de fuerte tradición agrícola.

El estado de las vías, afectadas o bien por serios derrumbes o bien por una crónica falta de mantenimiento y rehabilitación, hace que el viaje se prolongue.

La frase, a veces manida, de “Venezuela adentro” podría aplicarse a este poblado andino. Boconó no queda en la vía hacia otro lugar. Si se pasa por allí es que efectivamente se va para allá. Fuimos para una breve visita relacionada con una actividad comercial. Sin que intente ser este texto un folleto turístico, efectivamente Boconó se caracteriza por unos paisajes hermosos y una gente hospitalaria.

Caminando por las calles de Boconó se comprueba que la vida sigue, no está paralizada la actividad agrícola o comercial en espera de que ocurra algún acontecimiento en relación con la diatriba entre el chavismo y el gobierno de Donald Trump.

“Le dieron tres puñaladas”, “están penalizando a los motorizados después de las 10 de la noche”, “él me ayuda mucho, cuando llego me tiene la cena lista”, son algunas frases escuchadas al pasar de conversaciones entre personas de Boconó.

“El dólar no hay quien lo detenga”, “no terminan de arreglar bien las vías, cuando vuelva a llover vendrán de nuevo los derrumbes”, “todos los días aumenta todo”, son otras frases, pero en respuesta al cómo está todo por acá, que hacemos en una cafetería, una heladería y una panadería.

La vida cotidiana y sus azares es lo primero que aflora ante la pregunta del foráneo, que en este caso soy yo. Nadie quiere hablar de política con un extraño. Y no es para menos. Trujillo fue uno de los estados que sorprendió en las elecciones del año pasado, ya que históricamente había votado por el PSUV.

Boconó, según las actas publicadas por el comando electoral opositor, se mantuvo en la media observada en todo este estado andino: 63-35.

Trujillo padeció una dura represión post electoral. “Ahora la gente sólo habla de política con alguien que sea de mucha confianza”, nos comenta justamente una persona de confianza. Lo que se publicó en redes sociales en medio de la euforia del 28J fue usado en contra de diversas personas en los días posteriores. Las heridas no parecen estar aún curadas.

Solamente esta amiga y la persona con la que estoy firmando un documento de compra-venta, que es un acto de confianza en estos tiempos, abordan la crisis que se vive en el sur del Mar Caribe, pero más que hablar de ello piden información sobre qué efectivamente está ocurriendo y qué se puede esperar.

Las distintas emisoras en Boconó reproducen arengas oficiales llamando a enfrentar al imperio. Escuchando la radio, en una alcabala ya de regreso, unos uniformados jóvenes de la Guardia Nacional piden el aventón, “patrón nos puede llevar hasta…”.

Van hacia el hogar materno, en busca de alimentos, con uniformes que le quedan grandes y sin armamento alguno. Ellos tampoco quieren hablar de los marines.

Publicidad
Publicidad