Deporte

Del podio a la casa: los deportistas se enfrentan al encierro

Temores, estrés y preocupaciones económicas: el confinamiento generalizado es duro para todos, pero los deportistas deben encarar una exigente prueba de salud mental, pasar de un tipo de vida hiperactivo a estar aislados y aburridos

AFP
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Si bien muchos deportistas han publicado videos optimistas en las redes sociales entrenándose en sus hogares, intentando conseguir algún desafío viral, como dar toques con el pie a un rollo de papel higiénico, es muy probable que el estrés provocado por el aislamiento y la incertidumbre del regreso a la normalidad les acabe afectando.

Tras las crisis precedentes del SARS y de la gripe porcina, varios atletas sufrieron efectos a largo plazo, como ansiedad, obsesión por el lavado de manos o miedo a acercarse a otras personas, explicó Carolyn Broderick, jefa médica de la Federación Australiana de Tenis.

Pero el impacto de la pandemia actual no tiene precedentes, con atletas parados en todo el mundo por el Covid-19, que ha provocado la suspensión, cancelación o aplazamiento de casi todas las competiciones a lo largo y ancho del planeta, además de confinar en sus casas a un tercio de la población mundial.

Disciplinas en pausa

Las consecuencias pueden afectar también a las superestrellas del deporte mundial, como la tenista estadounidense Serena Williams, que sufrió en el pasado episodios de depresión.

Y lo mismo aplica a atletas más modestos y desconocidos que ultimaban su preparación para cumplir el sueño de competir en unos Juegos Olímpicos de Tokio, que se han aplazado por un año.

Williams, que a sus 38 años sólo le queda un título del Grand Slam para igualar el récord de 24 ‘grandes’, admitió que las medidas de distanciamiento social impuestas por el nuevo coronavirus le han provocado «un aumento del estrés».

«Cada pequeña cosa me vuelve loca. Y por ansiedad quiero decir que estoy al límite. Cualquiera que estornuda a mi alrededor o tose me hace volverme loca», explicó en la red social TikTok.

Incluso antes del COVID-19, muchos deportistas, que a menudo sufren de inseguridad o de estrés por su profesión, han caído en la depresión, desde la ya comentada Serena Williams al multicampeón olímpico de natación Michael Phelps, pasando por la luchadora de MMA Ronda Rousey, el boxeador Mike Tyson o el jugador de rugby de los All Blacks, John Kirwan.

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«Estoy luchando»

Entre los atletas inactivos ahora se encuentran aquellos que ultimaban su preparación para los Juegos de Tokio, en muchos casos poniendo entre paréntesis sus carreras profesionales por el sueño olímpico, y que ahora se ven forzados a alargar sus carreras deportivas un año más.

«Mentiría si dijera que estoy bien. Al igual que la mayoría de la gente, estoy luchando con mis medios», admitió la luchadora estadounidense Kate Nye, a la que se le ha diagnosticado un desorden bipolar, a la web WOODTV.com.

Y los problemas mentales no distinguen entre deportes. En Australia, por ejemplo, antiguos jugadores de críquet y nadadores, dos disciplinas completamente diferentes, sufrieron trastornos psicológicos, reveló un reciente documental.

«Estuvimos hablando esta semana por conferencia de la salud mental», declaró el entrenador del equipo australiano de críquet Justin Langer.

«Especialmente con aquellos jugadores o miembros del cuerpo técnico que están solos en casa. Tenemos que vigilar a esos chicos y chicas para asegurarnos que están bien», añadió.

Broderick, que fue subdirectora médica del equipo olímpico australiano en Rio-2016 y que actualmente forma parte del panel de asesores de la National Rugby League, asegura que los atletas pueden sufrir más los efectos del aislamiento.

«Tienen los mismos problemas psicológicos que todo el mundo, pero también el estrés y la ansiedad por su futuro, que no pueden controlar fácilmente. Desconocen cuál será la próxima etapa o cuánto tiempo durará la cuarentena o el aislamiento».

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Apoyo a los deportistas en confinamiento

Muchos organismos deportivos han reaccionado ofreciendo apoyo a los atletas, aunque en muchos deportes se están produciendo recortes salariales para evitar la quiebra, lo que reduce la capacidad de ayuda.

La doctora Broderick asegura que una señal reveladora de la ansiedad en los deportistas puede ser las adiciones, el consumo de alcohol u otras drogas.

Muchos atletas, además, añaden a estas preocupaciones la de no tener ingresos económicos por la suspensión de las competiciones.

«Los profesionales de primer nivel pueden gestionar la pérdida de ingresos, pero hay muchos deportistas que están al límite», dice Broderick.

La doctora recomienda a los deportistas que se centren en sus rutinas, focalizándose en aquello que pueden controlar y utilizar su tiempo libre en algún hobby o entretenimiento para mantener la salud mental.

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