Peces del Guaire: el arte como protesta

“Tú llegaste del país de la pena. ¿Adónde, adónde?”, lee Oswaldo Maccio en la penumbra. Solo una luz ocre, aceitosa, antigua, lo separa de la completa oscuridad, de la nada.
Un violoncello gime al fondo y lo acompaña. Oswaldo Maccio sigue leyendo. “Yo te he buscado para saber quién soy, y yo no sé quién soy”.
Lentamente, como si algo se hubiese quebrado definitivamente para mostrar una verdad, el actor, director y dramaturgo va pasando por los versos del poema Del país de la pena, escrito por Hanni Ossott y que se integra en su libro El reino donde la noche se abre.
«Este poema por primera vez se me abre de una manera particular. Y gracias a eso lo pude leer de una manera distinta. Y el poema no es el mismo porque tú tampoco lo eres. Es la maravilla de la poesía, que siempre guarda un secreto; porque es el borde del lenguaje», dice Maccio.

Termina y comienzan los Cuentos de guerra para dormir en paz, de Karin Valecillos. La escena, entonces, es de Tumbarrancho Teatro.
“Es importante que sigamos haciendo arte, porque no podemos encerrarnos en un hueco. Debemos seguir en las salas, salir a la calle a hacer cosas. Vámonos a las plazas y que alguien vea algo que lo saque de dónde está. No es dejar de protestas, es resistir de otra forma”, asegura Jesús Carreño, director del grupo.
Esta es la quinta sesión del ciclo Peces del Guaire (título tomado de la canción homónima de Desorden Público), que organiza Colectivo Desarmado (encabezado por Jennifer Gásperi, Willy McKey y José Alejandro España) para hablar del país.
Tiene lugar en la Sala Cabrujas de Los Palos Grandes cada semana. Allí, durante casi dos horas, el arte y la conciencia se fusionan en plena creación.

“La idea surgió a raíz del desafortunado hashtag (#) del Ministerio de Cultura cuando publicó en su cuenta de Twitter #AlGuaireLoQueEsDelGuaire. Ya uno estaba molesto, pero particularmente al artista le toca una fibra el hecho de que la máxima institución cultural de su país use esa expresión. Fue algo que nos movió. Teníamos rato pensando en qué podíamos hacer y al final dijimos: lo que sabemos hacer. Esta es, como todas nuestras propuestas,una acción que está comprometida con la realidad”, expresa Gásperi.
Buscaron, entonces, un espacio en Cultura Chacao y su directora, Albe Pérez, les dio la bienvenida. La idea es que cada semana se sumen acciones de diversos géneros, artistas y tendencias. En Peces del Guaire caben fotógrafos, artistas plásticos, autores, poetas, actores, directores, músicos…
“El colectivo ha crecido. Nosotros tenemos dos requisitos para las propuestas: que estén conectadas con el país, porque no nos vamos a distraer ni a voltear la cara, y que mezcle. La intención es llevar el ciclo a otros lugares”, expresa quien también dirige la compañía Teatro Nueva Era.

Quiere rescatar el significado de la palabra colectivo: “Recuperar lo bonito de trabajar así”. Gásperi asegura que es pertinente continuar la labor cultural, a pesar de las terribles condiciones en las que vive la sociedad venezolana.
Sentencia: “Para el que piensa que esto no es protesta, creemos que el espacio para ello es aquel que se conecte más contigo. Y uno tiene que estar conectado con su corazón, con su criterio, con sus pensamientos. Y esta es la mejor manera de hacer, sin restarles nada a los demás. Hay que generar espacios de conversación, de reflexión, de mirarnos a nosotros mismos”.
Pendiente: la próxima sesión se anunciará por las redes sociales @GasperiJennifer @willymckey @Teatronuevaera
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