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Palmeros de Chacao: así se vive la tradición que nació de una promesa

Año tras año, los palmeros de Chacao regresan a la plaza Bolívar municipal con su algarabía y compromiso para entregar las espigas del Domingo de Ramos. Este sábado 1 de abril es el reencuentro con los feligreses y el templo. Aquí contamos su historia

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Daniel Hernández

A los cuatro y cinco años de edad llega la noticia: «Vas a ser palmero». Para algunos, la ilusión viene de antes de empezar a formar parte de la cofradía; y para otros el vínculo se va desarrollando con el tiempo. Sin embargo, una vez entran, se quedan hasta más de los 80 años. La razón, aunque pareciera extraña, resulta obvia para quienes cada año trasladan las palmas: ahí se crea una familia.

Pero para hablar de los palmeros, se tiene que empezar por su historia: ¿quién los motivó a unirse? ¿cómo funciona su labor? A través de esta galería fotográfica contamos sus inicios y proyección hasta ahora.

Una esperanza después de la enfermedad

Era 1776, temporada de Semana Santa, y en Caracas había una grave epidemia de fiebre amarilla. Según historiadores, la enfermedad ocasionó la muerte de la mitad de la población.

Después de varios días en El Ávila, los palmeros bajan muy temprano en la mañana del sábado previo a la Semana Santa. Es una ruta agotadora, pero el palmero se prepara para tal fin. Debe cortar la palma y en su lugar, dejan nuevas siembras para que la planta soporte la tala . Fotografía: Daniel Hernández.
En Saba Nieves, los palmeros descansan y organizan sus palmas para continuar la bajada. En estos momentos suelen cantar, y aquellos que fuman tabaco lo hacen sin incomodar a los demás. Fotografía: Daniel Hernández.

Entonces, el párroco de la ciudad, José Antonio Mohedano, pidió a Dios clemencia para los sobrevivientes. Además prometió que antes de cada Semana Santa, un grupo de hombres buscarían palmas reales en El Ávila con el fin de evocar el pasaje bíblico de la entrada de Jesús a Jerusalén.

Algunos palmeros hacen sonar trompetas a modo de llamado a los vecinos de Chacao. Es su forma de avisar que los palmeros están llegando y van a entregar la palma. Fotografía: Daniel Hernández.
Este es el “palmero mayor”, Ramón Delgado. Su apodo era “Cara e’ caballo” y murió a los 84 años. Este cultor y cristiano fue por muchos años el líder de la cofradía. Fotografía: Daniel Hernández.

Para sorpresa de todos, la peste pasó y esa promesa del párroco se convirtió en una tradición.

La algarabía de los palmeros con años de experiencia está llena de un carácter jovial. Fotografía: Daniel Hernández.
Bucaral, El Pedregal y La Castellana son algunos de los sectores de Chacao que se llenan visiblemente de la palma real. Fotografía: Daniel Hernández.

Año tras año, quienes hicieron la misma promesa suben a la montaña con días de antelación para preparar buscar, trasladar y preparar las palmas de la semana mayor.

Aunque no son parte de esta actividad religiosa, muchas manifestaciones culturales del estado Mirada hacen un «acompañamiento» a los palmeros desde hace mas de una década. Por ejemplo, las burriquitas son parte de esas agrupaciones. Fotografía: Daniel Hernández.
Al igual que las burriquitas, los sanjuaneros de Curiepe (Barlovento) esperan por la presencia de los palmeros para rendir un corto homenaje. Fotografía: Daniel Hernández.

El sector donde las buscan se conoce como la «Cueva de los Palmeros», y se ubica subiendo Sabas Nieves.

Los músicos de las parrandas de Santos Inocentes de la población de Caucagua (Barlovento) también suben para ponerle música a la llegada de los palmeros. Ellos se presentan para afianzar la red cultural del estado Miranda. Fotografía: Daniel Hernández.
Muchos vecinos de Chacao suelen observar el paso de los palmeros desde sus residencias. Fotografía: Daniel Hernández.

El grupo de palmeros duerme en El Ávila y bajan los sábados por la mañana cargando las palmas.

Cuando por fin llegan las palmas a la iglesia de Chacao para su resguardo, las personas se aglomeran con emoción. Fotografía: Daniel Hernández.

Las espigas se llevan a la iglesia de la plaza Bolívar del municipio Chacao con el fin de que el padre las bendiga en la misa del Domingo de Ramos y las entregue a feligreses. Este año la cofradía se hará el sábado 1 de abril.

La nueva generación de palmeros se va formando y son los que tomaran el testigo del trabajo realizado por más de 300 años. Fotografía: Daniel Hernández.
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