A este fotógrafo venezolano el duelo le sirvió para crear piezas gráficas que narran el dolor personal después de migrar forzadamente. Ahora sus obras se exponen en el Museo de las Migraciones de Montevideo. Aquí cuenta su historia
El proceso migratorio le abrió la puerta a la inspiración de Kremlin Prieto. Pasar de país en país, tener vivencias diferentes en cada uno de ellos, le dio nuevas perspectivas sobre cómo abordar su arte. Así, en tres años, nació «Exilio en soledad», una serie gráfica que busca crear conciencia sobre la realidad del migrante venezolano y el valor que tienen todos los que salieron y hallaron una realidad y dinámica ajena.
A los 30 años llegó su turno de decir «adiós» al país. El motivo fue el mismo que el de cientos de migrantes venezolanos que tomaron un avión o bus: «Buscar oportunidades para construir una familia».
Kremlin cuenta que para desarrollar su obra se valió de la fotografía, un oficio y arte que aprendió tras pasar por varias escuelas reconocidas en Venezuela: «En mi obra yuxtapongo imágenes de documentos migratorios, carnet de identidad, fotografías de mi cotidianidad, fotografías de archivo, utilizando signos y símbolos que me remitan a mi venezolanidad. Es una especie de bitácora visual, o un diario fotográfico».
Cuando ve sus piezas, un pensamiento viene a su cabeza: «Venezuela siempre se ha caracterizado por ser un país conformado por un gran número de migrantes, pero jamás fue uno de donde salieran migrantes. Nunca nos vimos en la necesidad de migrar y por eso nos afecta».
De ese dolor, que surgió tras decir adiós, llegaron las primeras fotos: «Las primera imágenes que hice para este trabajo fueron más de forma inconsciente, tratando de retratar la soledad en la que me encontraba. Era buscar una manera de expresar lo que sentía dentro de mí: soledad, extrañar a mi familia, el hecho de no pertenecer».
Aunque Kremlin llegó primero a Perú, su obra muestra más lugares de Chile y Uruguay, siendo este último país donde logró residenciarse y exponer su galería en el Museo de las Migraciones de Montevideo.
Las piezas de Kremlin Prieto llegaron a la institución por una iniciativa personal: «Yo investigue, envié el proyecto y al mes se comunicaron conmigo para hablar de la propuesta. Yo presenté dos proyectos: Exilio en soledad y otro que titulé Mirada ajena, que son fotografías de calle que hice en Lima, Santiago de Chile, Buenos Aires y Montevideo, pero quedó esta».
El fotógrafo no se imaginó el crecimiento que tendrían las piezas que generó desde el duelo: «Para mí es importante que mi trabajo lo hayan tomando en cuenta para una exposición, en especial por el tema que trata, que es nuestro proceso migratorio».
«A pesar de que es un trabajo autobiográfico, sigue siendo el reflejo de la realidad que vive el venezolano hoy en día. Miles de familias venezolanas tienen alguien que está lejos de su tierra, más de 7 millones de venezolanos fuera de su país no es poca cosa, creo que el impacto va más por allí. Y esa conexión no se puede medir», dice Prieto.
Si bien desde el pasado 4 de mayo las piezas de Kremlin Prieto se exponen en el Museo de las Migraciones de Montevideo, en Uruguay, también pueden verse mediante su cuenta en Instagram @elkremlin. Por esta vía compartirá sus próximas exposiciones.
