Desorden Público: tres décadas de irreverencia musical en un concierto

Con una ruta que incluye ciudades capitales como Nueva York, Ciudad de México, Washington, Bogotá, Madrid, Barcelona, París y Tokio, la agrupación, que lleva produciendo Ska por tres décadas interrumpidas, decidió celebrar por segunda vez su aniversario (la primera celebración se realizó en el Teatro Teresa Carreño por sus 18 años) con una gira nacional que culminó este lunes 21 de diciembre en los espacios del Centro Cultural BOD.

Los eternos fanáticos de la banda y las nuevas generaciones que se instruyeron de las no tan pretéritas, ansiaban revivir la desordenada rebeldía de estos veteranos de la música. La espera culminó cuando un poco después de las 7pm, el telón reveló a una decena de músicos tan disímiles como sus edades.  Entre juegos de luces y chispas de fuego Desorden Público abrió su 30 Aniversario con la misma canción  que el gobierno de Jaime Lusinchi censuró poco después de su lanzamiento en ese entonces.

Y es que nadie quisiera quedar paralítico, pero al ritmo de este irreverente himno que hasta los más chiquitos corearon, se movió la primera parte del concierto. El set inicial se caracterizó por los temas más críticos de la agrupación contra la corrupción, el abuso de poder y la burocracia, canciones que, aunque rememoran la energía inicial con la que se impulsó la banda, no lograron motivar al público. Durante la primera parte del concierto los asistentes se mantuvieron cautivos y expectantes.

«Normal» fue la energía con la que los presentes se sincronizaron para la siguiente canción (Todo Normal), aquella que también fue censurada en un concierto del año 2014. Magoo, el guitarrista, se movió eléctrico por el escenario mientras el resto de la banda iba agarrando energías poco a poco.

Unas cuatro canciones después Horacio Blanco se enserió. La pregunta a la concurrencia fue si había asistido al concierto para oír tres horas y 30 canciones de música con movimientos automático de cabeza y exhibiendo pasos lapidados.

Es entonces cuando la creatividad y la incongruencia se abrieron paso. «Tumbas» hechas de cartulina y un “reparto de baile” de  dos “bailarines” forrados de un traje plateado, se movieron al ritmo de esqueletos gigantes  y una utilería catatúmbica que intentó  fusionarse con canciones como “Hipnosis”, “Canto popular de la vida y muerte” y “La danza de los esqueletos”.

Con el segundo set se mostró una tarima playera y tropical con luces que iluminaban unas camisas hawaianas ajustadas a los cuerpos del desorden. Los «bailarines» disfrazados con chancletas y trajes de baño corrían y “nadaban” por todo el escenario, tal vez intentando unirse a la incongruencia y el alma fiestera de la banda.

«Caribe”, “Sale el sol”, “Simón Guacamayo”, “El tren de la vida”, “Cristo Navajaz”, “Cachos de vaca”, “Baila mi cha cha ska “ y “San Antonio” sonaron mientras la energía iba cargando y la banda se preparaba para el tercer set del show.

Feliz Cumpleaños Desorden Público

Para estos 30 años Desorden quiso producir un show por todo lo alto con audiovisuales y pirotecnia que, si bien no salió a la perfección, denotó el esfuerzo por contagiar a sus fanáticos de una larga trayectoria en la que las anécdotas nunca están de más.

Un corto documental  en blanco y negro protagonizado por los músicos aligeró el cargado ambiente inicial. Las historias y cuentos dan para una película, Horacio y Chacín vestidos de traje se paseaban por la casa de la Av 3 de Vista Alegre en donde comenzó todo. Desde Coco Díaz y Daniel Sarmiento, hasta las adquisiciones musicales más recientes como Hector Hernández, hablaron sobre sus colegas y hermanos y lo que los inspiró a formar parte de la agrupación. Más tarde, en un video recopilatorio, personalidades y músicos como: Azier, Bettsimar Díaz, Los Mentas, Los Pericos, Circo Vulcano, El Pollo Brito, Óscar de León y Huascar Barradas, entre otros, le desearon y cantaron un feliz cumpleaños a la banda.

Cuando un Caplís vestido de traje y corbata reveló una decoración de cabaret de los 60, canciones libidinosas y eróticas se abrieron paso junto a los silbidos y vitores que alagaban su atuendo, entre estas «Diablo y Pegajoso».

El último segmento, dedicado a los temas más famosos como : “Zapatos resbalosos”, “Tiembla”, “Gorilón”, “Llora por un dólar”, “Música de fiesta”, “Allá cayó” y “Valle de balas”,  destiló dinámica y energía. Hasta quienes tenían entradas VIP y pasaron todo el concierto sentados mirando desde arriba sin mover ni un ápice de su cuerpo, se pararon para brincar al ritmo del siempre contagioso coro «Vino el gran gorila y se la llevo».

Luego de tres horas de intermitencias, tanto en el ambiente como en el volumen (la banda se pronunció sobre este último en Twitter y pidió disculpas por su baja intensidad gracias a “restricciones implacables”), Desorden Público se despidió entre gritos y peticiones por una última canción.

Horacio  cerró el show augurando un 2016 muy bueno.“Si todo sale bien se va a cavar la retaliación,  se van a acabar las groserías, se van a acabar los insultos”.

La promesa de «Desorden para rato» quedó en la estela de una celebración digna de sus anfitriones.