Deportes

Carrasco en su punto

Nadie ha dudado nunca del talento de Carlos Carrasco; pero la inconsistencia, los problemas físicos y la falta de concentración se juntaron para sabotear el desarrollo de este venezolano, que a mediados de la década pasada fue considerado un súper prospecto, el mejor de las granjas de los Filis de Filadelfia. Carrasco ya tiene 28 años de edad y anda por su sexta temporada de andar por los morritos de las mayores, pero fue a partir de la segunda mitad de 2014 cuando a punta de potentes rectas, mortales sliders y exhibición de control se convirtió realmente en el lanzador confiable, estable y dominante que vemos actualmente, el mismo que pudiera llegar abonar a su cuenta bancaria un total de $48 millones antes del año 2021, si cumple con todo lo establecido en el contrato que recién firmó con los Indios de Cleveland.

Publicidad

Las estadísticas no mienten. Este larense dejó un gris promedio de carreras limpias permitidas por cada 9 innings de 5.29 en sus primeros 239 innings de acción en la gran carpa, trayecto en el que mostró destellos de sus capacidades, pero en el que también llegó a tocar fondo en varias ocasiones, como cuando fue suspendido y multado un par de veces por ejecutar lanzamientos salvajes en contra de Billy Butler y Kevin Youkilis, respectivamente, o cuando por bajo rendimiento fue relegado al bullpen o enviado de vuelta a las ligas menores. Esto sin mencionar el listado de problemas físicos, que incluyen una cirugía Tommy John y una operación no invasiva para tratar dificultades cardíacas.

Pero desde la pausa del Juego de Estrellas del año pasado ha dado un giro de 180 grados. Sus guarismos desde entonces lo ponen entre la crema y nata de las mayores. Sepa usted amigo lector que antes de su presentación del pasado fin de semana Carrasco acumulaba efectividad de 1.46 en sus últimas 13 aperturas, producto de 13 carreras limpias toleradas en 80.1 innings, en los que había guillotinado a 96 oponentes y otorgado solo 12 bases por bolasUn cambio del cielo a la tierra.

¿Qué pasó? ¿Qué está haciendo mejor? El portal fangraphs.com nos aclara un poco el panorama, al informar que de los 156 primeros pitcheos que acumuló en 2015, 112 estuvieron en zona de strike. De hecho, solo regaló un boleto entre los primeros 43 bateadores que enfrentó este año.

Pero hay más… El derecho ahora apela más del 75% de las veces a la recta o la slider para sacar out a los bateadores. Ambas herramientas son las que mejor funcionan en su repertorio, pues desde el año pasado su bola rápida roza las 95 millas por hora, un incremento notable al 92.3 MPH que promediaba cuando comenzó su carrera en las Grandes Ligas, en 2009. La slider, que ahora usa con mayor frecuencia, la ha lanzado 465 veces en 153 turnos en las últimas dos temporadas y ante ese pitcheo solo le han conectado 19 hits…

Pero hay más… «Creo que mi problema es que me preocupaba demasiado por todo, en el pasado», señaló Carrasco en una entrevista divulgada por MLB.com en el pasado spring training. «Si no tenía un buen día, me preguntaba: Dios mío… ¿irán a bajarme?» Eso quiere decir que ahora es más agresivo sobre la loma porque tiene más confianza. Y no lo decimos nosotros, lo dice su estratega en Cleveland. «Es asombroso lo que la confianza puede hacer en ti», esbozó el manager Terry Francona. «Sus herramientas son las mismas que antes. Pero nunca sabes el momento en que va a hacer click».

El venezolano se ha convertido en una pieza clave en la rotación de los Indios. Por eso se quedaron sin aliento hace dos semanas, cuando tras recibir un dramático pelotazo en el rostro cayó desmayado en la lomita. Todo quedó en un amargo susto, el golpe fue en la quijada. No hubo fractura ni contusiones. Carrasco comenzó la campaña como segundo abridor de la tribu, detrás del as y ganador del Cy Young, Corey Kluber. Es que ahora sí se parece al pitcher que los Indios querían cuando lo recibieron en el canje con Filadelfia, en el que se desprendieron de Cliff Lee en sus años mozos.

Publicidad
Publicidad