Con Rafael Dudamel al mando, la Selección ha mostrando un estilo poco vistoso en sus dos choques. En plena búsqueda de identidad, el trayecto inicial ha dibujado un juego rácano y quizá cansino, a veces indescriptible, pero que ha resultado también indescifrable para el contrario. Acomodarse con lo que se tiene es una virtud y el nuevo seleccionador parece ir lográndolo, pero sigue quedando una incógnita en el aire: ¿Hay suficiente material para aspirar a más de lo que se ha hecho hasta el momento, competitivamente hablando? De las últimas apariciones, sólo las individuales de Rómulo Otero, Juanpi Añor e, innegablemente, Jacobo Koufatti, han destacado, pero el resto parece no estar a la altura de las exigencias. El universo de futbolistas no es el que todos creemos que hay, a pesar de que tantos actúan fuera de nuestras fornteras.
Analizamos a continuación el desempeño de cada uno ante Panamá.
Wuilker Fariñez: Menos exigido que contra Galicia pero con más personalidad en las jugadas de rutina. Preciso en los saques largos, ante los canaleños distaba de aparentar su edad. Sigue creciendo en un puesto confiado a treinteañeros y confirma día a día que es el futuro del arco de la Selección. Cumplir a la exigencia de un DT que es leyenda en el arco, es un crédito que avala un futuro extraordinario.
Víctor García: Menos enredado que contra Galicia, pero también menos presionado por el rival, a pesar que Panamá lanzó su artillería por las bandas en el primer tiempo. Le cuesta salir en jugada acompañada y suele espantarse en el último pase, pero el mérito de estar en las formativas de un club como el Porto le asegura crecimiento, por lo que darle minutos en la Selección incrementará su confianza.
Wilker Ángel: Algo huele a que tendrá más protagonismo del que se espera en la Copa América Centenario. Comandó la zaga cual caudillo y la acumulación de minutos le sigue sirviendo para ser una seria opción que permita apretar al errático Oswaldo Vizcarrondo como inamovible en defensa. La capitanía que volvió a ostentar es un aviso de un posible giro con respecto al eje de la retaguardia.
José Manuel Velázquez: Un poco nervioso y descontrolado al comienzo, pero que al pasar los minutos, se notó más tranquilo y mejor ubicado en el terreno. Se va asegurando un puesto como titular en el once tipo de Dudamel, a pesar de algunas lagunas en las que suele caer a lo largo del partido largo.
Míkel Villanueva: Con menos exigencia que contra Galicia, aprovechó para lucirse en una que otra subida por la banda. Carlos Suárez sirvió para hacerle el relevo, lo que aligeró las excesivas preocupaciones de aguantar las punzantes lanzas panameñas por la izquierda. Sigue teniendo dificultades en el retroceso y demuestra que, aunque nominalmente no sea así, es un central zurdo adaptado al puesto de lateral izquierdo.
Carlos Suárez: Asimiló mentalmente el rol que debía cumplir contra Galicia y trató de ponerlo en práctica ampliando la zona de recorrido y animándose en la entrega. Sin embargo, se notó impreciso y nervioso. Cumplió con relevar las subidas de Villanueva y su faceta defensiva fue mejor que la de creación. El nivel que mostró alguna vez en Carabobo no llega al ritmo selecto internacional.
Arles Flores: Otra vez, brindó escaso apoyo a su compañero en la línea media de destrucción. Se ve incompatible con Suárez y a pesar de haberlo demostrado en el choque del viernes hoy repitieron la titularidad. No se puede obviar el sacrificio de cortar los avances rivales como un defensor central más, punto más relevante en su trabajo.
Jacobo Koufatti: Haberse quedado fuera de la Copa América no es óbice que impida que se mata por ser tomado en cuenta. Hizo de Otero mientras Rómulo no estuvo en cancha y aunque las diferencias siguen siendo enormes, el del Deportivo Cuenca tuvo personalidad para asumir el rol de patear los libres y generar movilidad en ataque. Le falta todavía mejorar la precisión en el pase y juntarse más con sus compañeros en la zona creativa y delantera. Va a seguir teniendo minutos en este proceso.
Jeffren Suárez: Parece que lo suyo son ganas y voluntad, pero no más. Quedarse sin ser llamado a la Copa parece que le afectó. En su labor, le falta un medio para ser el Bolívar. Su brega y lucha ante Panamá se diluyó hasta el momento del último pase. Se notó huérfano de compañía cuando el esquema táctico mostraba a dos atacantes. Por debajo de lo esperado en su rol.
Christian Santos: Dudamel lo puso de 7 o mediapunta y mejoró en su juego. Se involucró más en el colectivo pero se alejó del arco, por donde debe merodear el hombre de entre los seleccionados que más goles hizo en Europa. Es un buen centrador – habilitador, pero esa duda de asimilación de ideas que tenía Sanvicente con él, parece también que la posee el nuevo técnico. Eso sí: nadie podrá negar su esfuerzo para aportar.
Andrés Ponce: Había que verlo con más minutos y responsabilidades y, aunque tímidamente, cumplió. Su desgaste en moverse y buscar espacios agotó a los centrales rivales pero no tuvo una clara opción de gol, un virus que carcome a todos los delanteros que se ponen la Vinotinto. Seguirá fogueándose. La oportunidad llegará a este correlón.
Rómulo Otero: Hizo más que el resto del equipo en los minutos que estuvo en cancha. Convirtió en más peligrosa a Venezuela y eso que su ingreso disminuyó el número de delanteros y amplió el de volantes ofensivos. Es el único jugador que ha mantenido el tipo en cada compromiso y, hoy día, no queda duda que es el heredero de Juan Arango en la pelota parada y en la conducción del combinado patrio.
Juanpi Añor: De los “caballos” de Europa, es el primero en tomar parte en cancha de las ideas de Rafael Dudamel. Pegado sobre la banda, su sola presencia en tres cuartos de cancha conmovió levemente la estructura defensiva de Panamá. Con tiempo y trabajo, será vital en las necesidades de Venezuela.
Arquímedes Figuera: Del proceso de Noel Sanvicente quedaron algunos detalles positivos y uno es haber encontrado al 5 de la Selección. Con él en cancha se ganó en volumen y su carácter, sin ser un crack, impone otro aire en la zona de recuperadores.
Josef Martínez y Alexander González: Pocos minutos en cancha para ser evaluados, aunque por colocación (actuó como lateral izquierdo), Alexander González parece que será el primer comodín de la zaga de Dudamel en la Copa América Centenario.