Deportes

Buscando el cuarto central

Las redes sociales han dado voz viva a todos. Los analistas y periodistas deportivos aprovechamos ese espacio para expresarnos y escribir una que otra sandez, al tiempo que los aficionados pueden elevar las letras para idolatrar y destruir.

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La exposición es mayor cuando se calibra la opinión del vulgo sobre la actuación de los miembros de la Selección Nacional. Los tuiteros disparan una y otra vez al cuerpo de Oswaldo Vizcarrondo y el defensor del Nantes resiste cual muro numantino ante la andanada crítica. El experimentado central resurge de entre los escombros del oprobio cuando sus presentaciones son discutibles, tal como ocurrió en el último compromiso premundialista ante Argentina, en el que demostró lo que muchos olvidan que aún él conserva.

Hay una realidad que nadie puede rechazar: no existe otro defensor de su jerarquía con pasaporte criollo. Inamovible para los canarios en la Ligue 1 y su capitanía en la tierra de La Marsellesa es la demostración más precisa de que su convocatoria es inobjetable. Lo fue para César Farías, Noel Sanvicente y lo sigue siendo para Rafael Dudamel. Además, su ascendencia y liderazgo sobre el grupo es un activo que no se mide con frentazos defensivos ni barridas.

Wilker Ángel y José Manuel Velázquez son los otros dos defensores que cuenta la selección como indiscutibles en cada llamado. El primero aplacó a sus detractores con una muy buena actuación en la Copa América Bicentenario y su amplio rodaje ahora se fortalece con la titularidad en la Primera División rusa. Hoy por hoy es el compañero de Vizcarrondo en el centro de la zaga, mientras «Sema» cumple con mucha solvencia cada vez que su nombre se ve obligado a sustituir a cualquiera de los dos teóricos titulares, incluso, hay quien encuentra razones suficientes y valederas para considerarle un puesto fijo entre los once iniciales de la Vinotinto.

No obstante, como nunca falta un condenado «pero» («Perucho» Conde dixit), los númeroreflejan que en los tres últimos partidos Venezuela ha encajado ocho goles, una bicoca muy amplia para no encontrar a los defensores como parte responsable de tantas celebraciones rivales. ¿La solución es cambiarlos? Comprobamos que no.

La preocupación estriba en que aparte de esos tres nombres, parece no haber otras opciones que puedan apretarlos en la competencia por el puesto. En cada lista aparecen apellidos distintos, pero son Mikel Villanueva y Rolf Feltscher, laterales en el actual proceso, quienes asumen ese rol, tomando en cuenta que Jhon Chancellor, el otro zaguero convocado y quien de la mano del actual seleccionador despuntó en el Lara, ha ido a la grada.

¿Hay otros defensores venezolanos de estirpe Vinotinto? Cuesta encontrarlos. Así como ha sido un problema histórico dar con un lateral izquierdo de garantías, en la actualidad no sobran centrales que puedan entrar en la carrera por un lugar en la selección. 

Chancellor es el considerado pero su actualidad en La Guaira, donde no cuenta como titular para Eduardo Saragó, atenta en su contra en una posición donde la continuidad es la mejor credencial de referencia. La mirada se centra en la experiencia de quienes han vestido recientemente la camiseta nacional y no hay créditos para los Grenddy Perozo y Andrés Túñez, quienes cumplen campañas en el extranjero, pero en clubes de baja monta. Solo Franklin Lucena, el general de la defensa de un La Guaira que camina con autoridad en la Sudamericana, retoma el valor que alguna vez tuvo y que perdió bajo el mando de Sanvicente. Su experiencia es valiosa y ante Tolima y Emelec quedó más que demostrado, para quienes puedan creer que ya el tren Vinotinto lo dejó en la última estación.

El campeonato local escasamente sirve para calibrar el nivel de los jugadores que hacen vida en él. El fútbol doméstico ha revelado a algunos zagueros con etiqueta de exportables que son considerados en diversos módulos de Dudamel, pero cuyas prestaciones y características los hacen ser opciones a largo plazo. Edwin Peraza (Zamora), Yordan Osorio (Zamora), Carlos Rivero (Carabobo), Jonnathan España (Atlético) y Luiryi Erazo (Trujillanos) destacan en cada presentación con sus clubes pero, en lo inmediato, su posicionamiento en proceso de selección no les hace ser reales opciones para desbancar a los Vizcarrondo, Ángel y Velázquez.

Lo que ocurre con los defensores también pasa en otras posiciones del combinado patrio, evidenciando que Venezuela compite con un abanico muy limitado de futbolistas elegibles, ante una élite que aumenta la brecha diferencial, a pesar del progreso en el crecimiento del jugador criollo. No nos engañemos: Mientras algunos técnicos de selecciones del continente tienen la dura tarea de elegir entre múltiples opciones, en Venezuela la lista debe incluir elementos que están a prueba.

No piense que los grandes jugadores se ubican con solo darles oportunidades a algunos. Hay varios requisitos que cumplir y en la búsqueda del cuarto central, los calificados aún no reúnen todos los recaudos.

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