Venezuela sin baloncesto en 2016
La Liga Profesional de Baloncesto trabaja fuerte para iniciar cuanto antes, pero todo indica que la acción tendrá que esperar para arrancar el año que viene.
Deportes
Los problemas han sido una constante para la LPB durante los últimos años. Las fechas de inicios, las deudas y otra serie de inconvenientes han estado a la orden del día. Sin embargo, el circuito ha sabido salir adelante a pesar de las adversidades, por lo menos hasta ahora.
La situación país ha logrado afectar a prácticamente todo y el baloncesto no es la excepción. Esta vez, el comienzo luce más incierto que nunca y aunque el ente asegura estar trabajando para iniciar este año, es prácticamente seguro que tendrá que esperar hasta 2017 para saber si puede seguir adelante con una nueva temporada.
Equipos como Marinos de Anzoátegui, que siempre ha sido sólido económicamente, han estado inmersos en escándalos por falta de pagos a jugadores emblemáticos como José el “Grillo” Vargas, lo que da una idea clara de la liga en la actualidad.
La entrega de las divisas se ha retrasado considerablemente, pero la liga sabe que el presente escapa de sus manos y hasta de las del Ministerio de Deporte, que es el organismo que sirve de intermediario para su asignación.
“Nosotros no podemos ponernos a presionar, porque hay una situación en el país que nos está afectando a todos. Puedo asegurar que tanto el ministerio como nosotros estamos trabajando para que esto se solucione y poder tener LPB este año, pero en este momento es imposible para nosotros salir a la acción bajo esta situación”, aseguró el vicepresidente de la LPB, Freddy Díaz.
Los equipos no han obtenido ni siquiera una parte de la temporada anterior, mientras que aún esperan por 33% de las divisas de la zafra antepasada, razón principal por la cual varios no han podido cancelar algunos salarios a su personal.
A toda la situación se une el hecho de que la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) ha instado desde siempre a todas las ligas del continente a iniciar su acción en el mes de octubre, lo cual pone un poco de presión a la LPB, pero ésta es una petición que luce irreal en el caso del circuito doméstico.
Varios voceros han alegado que una temporada que se extienda desde octubre hasta mayo es muy costosa y se vuelve inviable en nuestro país.
Por otra parte, coincidir con el béisbol en un país como Venezuela es una apuesta perdida para cualquier disciplina.
Pero hoy, el impedimento de la LPB es principalmente el aspecto económico, una situación que no pueden resolver por sí solos. Aunque el calendario y otras situaciones logísticas están listos, lo más importante parece que no llegará para 2016.
