Deportes

Skateboarding en Venezuela: la domesticación de un deporte callejero

Con el skateboarding, reanudamos nuestra serie sobre la situación en Venezuela de los nuevos deportes del programa de Tokio 2020. La disciplina se debate entre conflictos de dirigencia y controversias por lo que algunos consideran una desnaturalización de su esencia. El objetivo es el mismo que en el resto del mundo: convertir en expresión atlética lo que hasta ahora era un submundo urbano.

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Texto: Eumar Esaá (@eumaresaa) / Fotografía: AP

El 3 de agosto de 2016, la vida de muchos patineteros debió haber dado un giro. De practicantes silvestres de un deporte en el que cada uno diseñaba su propia rutina, algunas veces sobre la marcha, como una expresión de libertad individual y lucha antisistema, se convirtieron en potenciales atletas olímpicos, una ruta que habían transitado sus primos de las nieves, los practicantes del slopestyle, dos años antes en Sochi 2014.

La experiencia positiva de la tabla acrobática (que antes formaba parte de los X Games de invierno) en su debut olímpico en Rusia, alentó la iniciativa del Comité Organizador de Tokio 2020 de incluir el skateboarding entre las nuevas disciplinas recomendadas para el programa olímpico, junto a la versión unificada de beisbol-softbol, la escalada, el surf y el karate do.

El Comité Olímpico Internacional abrazó sin dudas la propuesta, luego del éxito de la prueba piloto en los Juegos de la Juventud en Nanjing 2014, y oficializó la inclusión de solo dos de las seis modalidades: Street, que aprovecha obstáculos como escaleras, barandas, bancos, zanjas de drenaje y cualquier tipo de mobiliario urbano, para ejecutar trucos y acrobacias, y Park, que se practica en instalaciones especialmente  diseñadas, como las famosas construcciones en forma de “U” que reúnen a los patineteros de cualquier ciudad.

Para el momento de la admisión todavía no estaba definida la entidad que regiría el debut en Tokio 2020. El presidente del COI Thomas Bach había expresado su deseo de que una federación independiente organizara el torneo, lo cual alentaba las expectativas de la Internacional de Skateboarding (ISF) de ser la responsable, mientras que la Internacional de Deportes de Ruedas (FIRS, también conocida como Internacional de Patinaje) trataba de hacer valer su autoridad, pues la patineta formaba parte desde hacía años de las modalidades regidas por ella.

Finalmente, en marzo pasado, de vuelta en Nanjing, donde empezó todo, se oficializó una solución salomónica: el gobierno para efectos de representación ante el COI será atribución de la FIRS, que diseñará, por ejemplo, la ruta de clasificación, mientras que los aspectos reglamentarios, técnicos y de juzgamiento quedarán bajo la tutela de la ISF.

En Venezuela no existe una entidad que agrupe a los patineteros, cofradías urbanas para las que el skateboarding es más un estilo de vida que una disciplina deportiva, de modo que será la Federación de Patinaje (FVP) la que regirá la “domesticación” de los atletas salvajes y su hábitat, a través de una comisión técnica nacional a cargo, hasta que se celebren las elecciones en mayo, de José Mosquera, quien reconoce la confusión que la unción olímpica ha generado en la comunidad de los skaters.

“Durante muchos años hubo intentos de sumarnos a los Juegos Olímpicos, pero siempre eran llevadas por organizadores privados que promovían al skateboarding como un deporte extremo”, repasa Mosquera.  “Ahora esas organizaciones no tienen potestad sobre la patineta. Estamos pasando de algo que era urbano a adaptarnos al alto rendimiento en el desarrollo deportivo. Tuvimos que ajustar nuestras maniobras, nuestra forma de patinar y de hacer nuestros trucos, desarrollar códigos de ejercicios basados netamente en las partes del cuerpo que utilizamos, toda una serie de estudios basados en el alto rendimiento, nutrición, resistencia, circuitos de ejercicios. Todo es ahora una ciencia del deporte que debe dar como resultado la condición óptima de los atletas”.

“Antes la práctica era silvestre, nadie te decía lo que teníamos que hacer”, prosigue Mosquera. “La patineta es un estilo de vida también, marcado por la libertad, la expresión de cada skater. Pero además hay toda una industria que se mueve ya alrededor de nuestro deporte, no solo de indumentaria e implementos deportivos, sino sobre todo en la parte de difusión, medios de comunicación, portales”.

En materia antidopaje, los esfuerzos de un deporte muchas veces asociado en el imaginario popular al ocio y las “malas juntas” van en dos vías, de acuerdo con el responsable de la comisión técnica nacional: “Estamos en un proceso de reeducación, no sólo de nuestra población sino del público, de la percepción que se tiene de nuestro deporte”.

Todavía en desarrollo

Ramón González, veterano skater y representante para Latinoamérica de la Federación Internacional de Deportes Extremos (FISE), estima en unos 5000 los practicantes de esta disciplina en Venezuela, de acuerdo con declaraciones que reproduce un boletín emitido por la organización Fundapatín: “La verdad es que la patineta hace mucho que se practica en Venezuela, más o menos 50 años, aunque no lo crean. Algunos dicen que llegó proveniente desde Chile y otros desde Estados Unidos a través de los hippies, y aunque son historias, lo cierto es que se han venido sumando una infinidad de chamos de todas las edades, incluso muchas mujeres,  pero además, poco a poco se ha ejercido como disciplina”.

En noviembre del año pasado, el COV organizó en Los Símbolos el I Festival Olímpico de skateboarding, que sirvió para que por primera vez se reunieran patineteros de todo el país, que en condiciones normales suelen practicar siempre entre el mismo círculo de cofrades. “Fue una especie de experiencia piloto para adaptarse al nuevo formato derivado de la inclusión olímpica”, comenta Mosquera. “Hay bastante motivación, incluso se están formando clubes en estados donde no había”.

Ramón González reconoce el desarrollo, pero asegura que la estructura del deporte sigue siendo precaria: “Contamos con clubes en todo el país y con gran presencia en la ciudad de Caracas,  también por autogestión tenemos nuestras competencias. No obstante, por otro lado, no hay eventos oficiales como tal en donde generemos fogueo, no tenemos apoyo de la FVP ni nos sentimos representados por quienes nombraron para dirigir la modalidad, además de que hay muy poca información de cara a nuestra participación a niveles internacionales, y ni a un solo evento fuera de del país  han logrado asistir nuestros muchachos en todos estos años”.

Por el momento, la ruta de clasificación no está del todo clara, aunque la propuesta de la FIRS es que los 80 cupos (20 en Street y 20 en Park, tanto en masculino como en femenino) se diriman por continentes, de acuerdo con un ranking al que tributarán eventos ya programados en el calendario, pero de los que aún no se define el valor clasificatorio.

¿Quién manda a quién?

Si el panorama de atribuciones y competencias no está claro internacionalmente, en Venezuela lo está aún menos. La FVP es una de las 13 entidades no reconocidas por el Instituto Nacional de Deporte, que en febrero pasado forzó la elección de una autoridad provisional tras declarar la acefalía de la federación. Una fórmula encabezada por Gonzalo Delgado resultó seleccionada a principios de marzo, para un período que debe expirar en mayo, cuando están programados los comicios de la entidad que preside Fabián Arcila, quien cuenta con el reconocimiento de la FIRS y aspirará a la reelección.

González es uno de los que desconoce la autoridad de Arcila: “La actual FVP no sabe nada de lo que realmente somos como deporte y lo que pretende es utilizarnos, por eso preferimos ir a las autoridades del Ministerio (de Juventud y Deporte) o al Comité Olímpico para ser oídos. Ojalá pronto podamos tener una organización real”.

Lo cierto es que el COI ha instruido a la comunidad mundial del skateboarding a reconocer la autoridad de las federaciones afiliadas a la FIRS (como es el caso de la FVP), por lo que el anhelo de una “organización real” no luce viable.

Nuevas oportunidades

La decepción del patinaje de carreras al quedar fuera de la ruta a Tokio podría subsanarse pronto. La modalidad, que también forma parte del abanico de disciplinas regidas por la FIRS y en Venezuela por la FVP, hará su debut olímpico en la justa de la Juventud el próximo año en Buenos Aires.

El director deportivo del COI, Kit McConnell, anunció el pasado 16 de marzo que la prueba conocida como combinada de velocidad (que mezcla la eliminación y la carrera por puntos, en esprints alternados) ha sido admitida por el Comité Ejecutivo como parte del programa en Argentina, que incorporará eventos que hasta ahora no eran olímpicos como el fútbol de salón y hasta el break dance, en una nueva experiencia piloto para probar las modalidades bajo estudio para la cita de mayores.

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