Pasó recientemente en Copa Sudamericana con Caracas y Atlético Venezuela y en Libertadores con Zamora y Zulia. También, se ha hecho ritual de final de temporada que las decisiones previstas para ser solucionadas en la mesa surjan justo cuando los campeonatos están por definirse.
La noche de este miércoles 24 de mayo, apenas a dos días de iniciar los Cuartos de Final o Liguilla del Torneo Apertura 2017, se pudo conocer el fallo del Consejo de Honor sobre una de las disputas y reclamos que afectaba la determinación de los equipos clasificados a la instancia siguiente de la campaña regular de las 17 fechas. El reclamo previsto por los clubes Atlético Venezuela y Portuguesa por la alineación de Angelo Peña en Mineros (jugador que había disputado ya partidos en Zamora en la presente temporada) inexplicablemente demoró en demasía, pero la sentencia final extiende una enorme tela por cortar sobre otros aspectos colaterales que surgen a partir de este caso.
La demora en el fallo no tiene justificación. Cumplidos los plazos establecidos administrativamente para los procesos de revisión y apelación, es palabra santa que para evitar suspicacias y más, por mera lógica competitiva, el Consejo de Honor debía haber acelerado los tiempos para que Mineros, sus demandantes y el fútbol venezolano en su amplio espectro, no quedara en suspenso después de disputada la última fecha del Apertura en su fase regular. Especulaciones iban y venían mientras el mutis y los teléfonos apagados eran el feedback federativo ante la incertidumbre.
Sin embargo, lo que más preocupa luego del fallo conocido (más no divulgado a los medios de comunicación), no termina siendo la demora, sino los procedimientos que llevaron a la habilitación de Angelo Peña para que pudiera jugar con Mineros de Guayana. El Consejo de Honor de la FVF en extensos 15 folios plasma la investigación adelantada en donde queda evidenciado un manejo oscuro en el registro del jugador en el Sistema Informático COMET, el cual sirve desde 2014 como el mecanismo para la inscripción y fichaje de los futbolistas en las distintas federaciones afiliadas a la Conmebol.
A la quita de puntos conocida y favorecida a Portuguesa en el reclamo interpuesto por el equipo llanero y la victoria concedida a Atlético Venezuela por 3-0 (equipos que reclamaron la alineación indebida de Peña), se revelan otros aspectos relevantes: la inscripción del jugador como aficionado (condición para poder actuar en el equipo de Tercera División Mineros B) no cumplió el período estipulado (30 días) para poder hacerlo luego de haber cumplido un rol como profesional en Zamora, pero además la investigación arroja, mediante una auditoría hecha al COMET, la manipulación del sistema justo después de que uno de los clubes afectados hizo el reclamo. Así reza el documento:
“Habida consideración que al momento de producirse la protesta por parte del club Atlético Venezuela en el Sistema Informático COMET el jugador protestado aparece en condición de aficionado y verificado así por el oficial Edwin Villarreal del Departamento de Registro y Licencias. Solo al siguiente día de producirse la protesta a través del usuario jmorales fue cambiada la condición de aficionado a profesional, sin haberse cargado el contrato pertinente al Sistema Informático COMET y fuera de todo lapso de inscripción federativa. Conforme a los informes auditados (…) quedando además corroborado, que existió una modificación irregular en el registro del jugador objeto de protesta cambiando su condición de amateur a profesional en fecha 29 de abril de 2017 a las 23:23 horas” (Un día después del reclamo interpuesto por Atlético Venezuela).
Queda demostrado que hubo una manipulación del sistema para modificar la condición del jugador por parte de oficiales del Departamento de Registro y Licencias, siendo suspendidos sus usuarios e iniciada una investigación sobre su actuación José Luis Morales (Director de Registro y Licencias) y el oficial Edwin Villarreal. ¿Con qué intención cambiaron la condición del jugador en el sistema después del reclamo de Atlético Venezuela? ¿Corrupción? ¿Omisión? ¿Descuido? Eso se está investigando, pero lo cierto es que con tal ligereza se manejó un caso tan delicado en el seno de la FVF.
Lo cierto es que hoy Mineros esta fuera del Torneo Apertura y termina pagando muy caro el encontrar un refuerzo entrada la temporada. En lo deportivo y económico, es un hecho que representa una afectación enorme para el club guayanés, que ha tenido un semestre accidentado de todo tipo, pero lo que rodeó la situación destapó actuaciones no correctas en el manejo de las inscripciones y fichajes de jugadores que amplían la problemática. Se evidencia, que más allá de las acciones de depuración iniciadas por la FVF después del FIFAGate se mantienen manejos oscuros que comprometen la pulcritud de los procesos administrativos. Se le da razones a quienes cuestionan.
Manifestaba Laureano González ante los presidentes de los clubes de Primera División en reunión de trabajo sostenida justamente el 24 de mayo, que es una de sus intenciones depurar la FVF a lo interno, algo que significaría un paso necesario para sortear estos casos oscuros. Sin embargo, la depuración no serviría si no se agiliza la capacidad de respuesta en los distintos casos administrativos, lo que también da espacio para la especulación y la suspicacia. La demora en la ejecución de los fallos del Consejo de Honor ha nublado siempre los procesos que tienen que ver con la solución de controversias. La medida no pasa solo por cambiar nombres, pasa por elevar la eficiencia, que se traduce, entre otras cosas, en la profesionalización de los cargos y el desempeño de funciones exclusivamente para la FVF y no compartir otros cargos fuera.
Algunos casos siguen tocando la puerta de la honorabilidad del ente federativo criollo. Los manejos arbitrales y el amaño en partidos profesionales donde estarían involucrados futbolistas profesionales y hasta directivos son temas que se manejan con una ligereza boyante en todos los escenarios del balompié nacional y sin embargo nadie se ha atrevido a profundizar en el caso. Es un tema necesario y que de oficio debería adelantar la FVF, así como atacar con fuerza el tema de las deudas que han reaparecido: no es posible que haya jugadores a los que no se les cancele su salario, sea hecho vox populi como en el Anzoátegui y el ente que monta el espectáculo y maneja los reglamentos ni siquiera se pronuncie al respecto. Para poder hacer un reclamo administrativo como club ante la Federación hay que estar solvente ante el ente y ¿por qué no también ante sus empleados?
Que esa declaración de intenciones de Laureano González no se quede solo en eso. El torneo nacional pasará a manos organizacionales de la Asociación de Clubes para 2018 y los directivos de clubes tendrán en sus manos la posibilidad desde cero, de darle la mayor pulcritud posible al fútbol criollo, pero para ello deben despejar algunos nubarrones, entre otros, como la multipropiedad de clubes profesionales.
El fútbol sigue y aún no se conoce el fallo de otro tema pendiente: la pérdida de puntos por alineación de cuatro extranjeros en cancha de Zulia ante Táchira. Aunque este caso es más fácil de resolver por la evidencia lógica de las pruebas, que sentencian al cuadro zuliano a perder los puntos ganados en cancha, no estaría de más que una pequeña y tan sencilla rueda de prensa permita a los aficionados al menos, saber el estatus de las investigaciones.
El silencio solo genera una entendible incertidumbre. Algo tan posible y sencillo de evitar.]]>