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Astros, a un triunfo de ganar la Serie Mundial

Los Astros entregaron la pelota a Gerrit Cole, quien les retribuyó el gesto. Ahora, Houston está a una victoria de coronarse en la Serie Mundial.

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Foto: Archivo El Estímulo

Pero para lograrlo necesita ganar como local, algo que parece imposible en este Clásico de Otoño. Sin su astro Max Scherzer, marginado del compromiso por una dolencia de cuello, los Nacionales de Washington sufrieron una nueva derrota en casa.

Cole lució exactamente como el as que dominó a los rivales durante buena parte de eta campaña, para reivindicarse tras la derrota en el primer juego, y los Astros doblegaron el domingo 7-1 a los Nacionales para colocarse en ventaja por 3-2 en la serie.

El novato cubano Yordan Álvarez, quien estaba en una mala racha con el madero, despertó con un jonrón de dos carreras, lo mismo que el puertorriqueño Carlos Correa. Ambos batazos llegaron ante Joe Ross, quien abrió de improviso el encuentro.

George Springer logró otro bambinazo en postemporada y Houston hilvanó su tercer triunfo en el Nationals Park.

Superados por 17-7 de manera combinada en el Minute Maid Park, los Astros anotaron 19 carreras y recibieron sólo tres en la capital estadounidense.

Por los Astros, el venezolano José Altuve de 5-1. Los cubanos Yuli Gurriel de 4-2 con una anotada y una empujada, Álvarez de 3-3 con dos anotadas y dos impulsadas. Los puertorriqueños Correa de 4-1 con una anotada y dos producidas, Martín Maldonado de 3-1 con una anotada.

Por los Nacionales, los dominicanos Juan Soto de 4-2 con una anotada y una empujada, Víctor Robles de 3-0. Los venezolanos Gerardo Parra de 1-0, Asdrúbal Cabrera de 1-0.

Trump abucheado

El presidente Donald Trump se presentó en el quinto juego de la Serie Mundial, con la intención de no ocupar un papel protagónico y en un momento destacado de su gestión.

Aun así, escuchó abucheos cuando se anunció ante la multitud que el mandatario estaba en el parque.

Con traje oscuro y corbata roja, Trump llegó al Nationals Park justo antes del primer lanzamiento del quinto juego del Clásico de Otoño, entre los Astros de Houston y los Nacionales de Washington. Horas antes, había anunciado que las fuerzas estadounidenses atacaron el escondite del líder de Estado Islámico, Abú Bakr al-Baghdadi, quien pereció durante la operación en el noreste de Siria.

Un éxito militar ante uno de los enemigos más buscados por Estados Unidos y sus aliados dio al presidente un raro momento para recibir elogios bipartidistas, incluso en medio de una investigación que podría llevarlo a un juicio político.

El mandatario y la primera dama Melania Trump ingresaron en un palco de los niveles bajos del graderío, a la izquierda del plato, cuando el juego comenzaba. En ese momento, no se anunció formalmente su presencia.

Sin embargo, los fanáticos en la sección que estaba debajo de la suite de Trump voltearon hacia el palco. Algunos le dirigieron saludos, mientras el presidente sonreía y levantaba los pulgares.

Al final del tercer inning, las pantallas del parque mostraron un mensaje que rendía honores a los militares estadounidenses. Hubo entonces ovaciones en el estadio.

Se mostró inmediatamente después la imagen de Trump y su comitiva, mientras se anunciaba en los altavoces del estadio la presencia del presidente. Las aclamaciones se convirtieron en una andanada de abucheos.

“¡Enciérrenlo!”, corearon algunos fanáticos.

Trump no se inmutó y siguió saludando. Luego, algunos espectadores detrás de home mostraron un cartel que decía: “Los excombatientes a favor del juicio político”. Otro letrero decía: “¡Juicio político a Trump!”.

El presidente permaneció en el parque durante siete entradas, antes de volver a la Casa Blanca. Los Astros ganaron por 7-1 y tomaron una ventaja de 3-2 en la serie.

Hasta el domingo por la noche, Trump no había asistido aun juego de las mayores como presidente, pese a que la Casa Blanca se ubica unos cuantos kilómetros al noroeste del Nationals Park.

Una docena de legisladores acompañó al mandatario, de acuerdo con una lista entregada por la Casa Blanca. Entre ellos figuraban Lindsey Graham, de Carolina del Sur, y David Perdue, de Georgia.

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