Los docentes piden que el Estado venezolano cumpla con el artículo 103 de la Constitución, el cuál establece que la educación es un derecho humano fundamental y que se deben "aportar los recursos necesarios para garantizarlo"
La educación en Venezuela ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis humanitaria, y una consecuencia de ello es que la mayoría de los docentes no pueden costear sus necesidades básicas como pasaje o alimentación.
Luisa Pernalete, coordinadora de educación para la paz del movimiento Fe y Alegría, señaló en el programa En Este País de la red de Radio Fe y Alegría, que a los «maestros hay que cuidarlos».
«En Fe y Alegría hemos tenido la experiencia de comenzar alguna escuela sin local, pero eso es lo de menos. Lo más importante es tener maestros dispuestos a educar. Sin maestros no hay escuelas. Por eso hay que cuidarlos», destacó.
Asimismo expresó que no hay que pedirle a los docentes «heroísmo», cuando no se les están dando las condiciones necesarias y mínimas para tener calidad de vida, ya que el salario actual de los docentes no les alcanza.
Pernalete explicó que hay varias maneras para apoyar a los maestros como lo es escuchar sus condiciones de movilidad, de la atención médica y la importancia del acompañamiento psicológico. Puntos totalmente olvidados y dejados de lado.
La docente recordó que hay que seguir exigiendo que el Estado venezolano cumpla con el artículo 103 de la Constitución, el cuál establece que la educación es un derecho humano fundamental y que se deben «aportar los recursos necesarios para garantizarlo».
De igual forma, señaló la importancia del artículo 91 de la Constitución el cual reza que «todo trabajador y trabajadora tiene derecho a tener un sueldo suficiente que le permita satisfacer sus necesidades básicas y su familia».
«Eso no lo inventé yo, lo dice la constitución. Por esto no hay que pedirle heroísmo a los docentes, a pesar que muchos hacen acciones extraordinarias por sus alumnos aún en estás condiciones», indicó.
Pernalete dijo que esto ha traído como consecuencia que los docentes los fines de semana realicen alguna otra actividad como vender café y otras actividades comerciales para subsidiar lo que con la docencia no pueden cubrir.
«En vez de descansar en su tiempo libre, lo dedican a trabajar para generar dinero», expresó.
También consideró que en la actualidad los docentes subsidian las escuelas, y que «estas condiciones no puede ser eternas».
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