Mientras en Las Mercedes los presentes hablaban de un cambio, en la Avenida Bolívar se manifestaba el apoyo por Nicolás Maduro. Ambas concentraciones estuvieron nutridas. Esto fue lo que el equipo de El Estímulo vio en cada reunión
Desde muy temprano, la avenida principal de Las Mercedes esperaba a los seguidores de la oposición venezolana. Un territorio que puede ser común para muchos, pero que este 25 de julio se prestaba para un cierre inédito de campaña de la oposición.
María Corina Machado, líder de la oposición venezolana y Edmundo González candidato a las elecciones presidenciales por la mesa de la Unidad, unieron a cientos de personas en esta zona conocida por modernas edificaciones, bares, hoteles y zonas de rumba.
Varias generaciones de un solo país se reunieron en una misma avenida, en la que se repetía un grito: libertad.
La ansiedad era palpable. “Ya quiero que llegue el domingo, quiero ir a votar”, decían unos; otros solo se aferraban al pequeño espacio que tenían dentro de una multitud de gente que aclamaba a María Corina y Edmundo.
Mientras caía la tarde la ruta se hacía más angosta, cientos y cientos de personas se acoplaron para darle paso a las miles de motocicletas que abrieron el camino a la caravana que llevaba al comando de la unidad.
La gente le preguntaba a los privilegiados que habían logrado un puesto con altura: “¿Ya viene?, ¿La estás viendo?, ¿Por dónde viene?”, como si de una estrella de rock se tratara.
Todos los ciudadanos ue llegaron a Las Mercedes tenían el mismo objetivo: ver y escuchar a María Corina y a Edmundo. “Estamos a un paso del cambio”, se escuchaba. De hecho esa era la frase de Luis Cabrera, un joven venezolano, que escribió en una de las cientos de pancartas presentes en el lugar.
“Este es el nuevo comienzo de una Venezuela que necesita libertad y nuevas políticas […] Nuestro tiempo apenas está comenzando, no sólo nuestra generación, sino también las que vienen”, dijo Cabrera.
A pesar de esto, Luis dijo que si el país no cambia consideraría migrar, así como muchos otros que han pensado en que esta es la última oportunidad para ellos.
Orfanelis Pineda, es la mamá de Josué, un niño de ocho años con síndrome de down, sobreviviente de cáncer que a la edad de cinco años hizo dos fistulas, lo cual lo obligó a alimentarse por sondas.
Orfanelis contó que ha recorrido todos los hospitales de Venezuela y que los médicos ya sentenciaron de muerte a Josué.
“Los hospitales no me dan respuesta con la salud de mi hijo. Mi hijo en cualquier momento se va a morir”, dijo Orfanelis.
En medio de los gritos y bubucelas, Orfanelis comentó que el Estado no le ha respondido jamás y que las mamás del JM de los Ríos han pasado hambre y trabajo.
“Usted va a un hospital y tiene que llevar una inyectadora, tiene que llevar todo […] No es justo que en un país tan rico los niños se estén muriendo. Yo estoy aquí por mi hijo porque quiero que me lo operen. Es el momento, yo tengo fe”, dijo Orfanelis.
Algunos le llaman exceso de fe, otros expectativas y esperanzas . Así, en la avenida principal de las Mercedes todos sentían que había algo en qué creer.
El calor abrasador no impidió que la gente se ausentara del cierre de campaña del oficialismo. Desde la avenida Bolívar hasta Plaza Venezuela se escuchaban los motores de las motocicletas y los más de 100 autobuses pasar.
Era casi como un concierto. Música, baile, comida y muy buen ambiente recibía a los que ase acercaban al ya famoso territorio de cierres de campaña del chavismo para apoyar la candidatura de Nicolás Maduro.
“Estamos acompañando este proceso porque da las reivindicaciones a todo el sector social y todas las comunidades, da respuesta a todas las situaciones. También estamos luchando con una fuerza externa que quiere dañar nuestro proceso revolucionario”, dijo Rubén Beltrand, director del Centro de Desarrollo de la Calidad Educativa de la parroquia San Juan.
En Plaza Venezuela, a las tres de la tarde se veían muchas personas esperando cerca de la icónica fuente. Todos con la camisa del famoso “Gallo Pinto” o “Gallo Nico”, en alusión a la canción de la campaña del presidente.
Altavoces, camiones regalando refrigerios y música alta era lo que se vivía en la zona. También, a lo lejos, se divisiba la primera tarima de las muchas que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) puso para que sus seguidores pudieran ver el acto completo.
“Se sabe que va a ganar Maduro, así que esa gente que se vaya a otro mundo y nos deje a nosotros tranquilos”, dijo Emilio Morán, mientras sostenía una “Cilita”, una muñeca inspirada en la figura de la primera dama, Cilia Flores.
Los seguidores del oficialismo aseguraban que este próximo 28 de julio ganarán las elecciones presidenciales y que Maduro seguirá cumpliendo su rol presidencial por seis años más. Por ello, el equipo de El Estímulo preguntó: ¿qué cambiarías en el Gobierno para estos próximos seis años?
“Que todo sea normal como era antes y que se regresen los que están fuera […] la oposición dice mentiras y ellos se los creen”, dijo Emilio.
Gabriela Ortega, una joven de 22 años de edad que sostenía una pancarta con la frase “no se vistan que no van…”, dijo que le pediría a Maduro ser más precavido, ya que hay personas que entran al partido a dañar “la bonita revolución”.
Gabriela contó que su madre le dijo que Chávez se disfrazaba y se escapaba para vigilar a las personas de sus propias filas. Algo que, según cuenta Gabriela, el presidente Maduro no hace.
Para las ocho de la noche la Avenida Bolívar, en donde estaba la tarima principal, todavía seguía medianamente llena, algunos se devolvían hacia Plaza Venezuela para agarrar alguno de los más de 100 autobuses que estaban parados en la autopista Francisco Fajardo, entre el Jardín Botánico y la entrada de la Universidad Central de Venezuela (UCV), según el conteo que el equipo de El Estímulo realizó a esa hora. Otros solo se quedaron disfrutando de la música, baile y bebida que había en el lugar.
El cierre de campaña del oficialismo, más que un evento para reconocer y dar apoyo al candidato del PSUV, era un lugar parecido a un festival. Acróbatas, personas en zancos y payasos cruzaban por la avenida para entretener a cualquiera que pasara al lado de ellos.
Las luces estroboscópicas alumbraban toda la avenida cuál concierto y se veían desde la fuente de Plaza Venezuela. A lo lejos también se captaba una multitud gritando y disfrutando de los invitados musicales que el partido PSUV llevó para el cierre de campaña.
El Estímulo pudo constatar con varios asistentes, que se encontraban en la Avenida Bolívar desde tempranas horas, que el cierre de campaña juntó a muchas personas que creen en el gobierno de Nicolás Maduro y al que apoyarán este 28 de julio.
“Desde que Chávez nos enunció siempre hemos declarado ‘Patria para patria del pueblo venezolano’”, dijo un asistente al evento que emocionado caminaba con sus luces de fiesta y una bandera tricolor hacia la tarima principal.
Este próximo domingo los venezolanos decidirán el futuro del país, aunque muchos esperan un cambio definitivo, otros tienen la certeza de que su candidato ganará de nuevo las elecciones y cumplirá seis años más de mandato.
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