Economía

China: el amigo económico que sostiene a Nicolás Maduro

En medio de una severa crisis económica, que bajo la conducción de Nicolás Maduro ha colocado a Venezuela en cuatro años como el cuarto país más pobre de Latinoamérica y el Caribe, ahora el Pentágono observa con preocupación el ascendente crecimiento comercial y financiero de China en Venezuela, que se ha convertido en un fundamental soporte de Nicolás Maduro. Un socio económico y aliado político que algunos han llamado “silencioso”.

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FOTOGRAFÍA: AP - ARCHIVO EL ESTÍMULO

La oposición venezolana no ha desestimado el rol de China en el apoyo financiero y militar, que comparte con Rusia y Cuba, al régimen de Maduro en los últimos 18 años. Informaciones que nos han llegado confirman que el equipo de Juan Guaidó ha sostenido encuentros con representantes del Gobierno de China en Venezuela a los efectos de evaluar el alcance del apoyo del país asiático a Maduro y establecer los nexos necesarios al momento de negociar una posible transición.

En los primeros encuentros se ha determinado que China no participaría militarmente en un conflicto armado en Venezuela a pesar de que son el principal proveedor de armamento en los últimos 10 años. China insiste en su política de no intervención en los asuntos internos en Venezuela, reconocen como legítimo al gobierno de Maduro y colocan sus prioridades en los beneficios económicos y la expansión de sus negocios en Venezuela y el continente. De hecho superó a Rusia como proveedor de armamento a Venezuela y es su principal prestamista con un aporte que acumula 62 millardos de dólares, para una deuda restante de $20 millardos.

El pasado mes de febrero, durante una rueda de prensa emitida por el portavoz de la cancillería china, Geng Shuang, se confirmó que desde el país oriental están “manteniendo contactos cercanos” con todos los partidos que son parte del enfrentamiento político en Venezuela, según fue reflejado en diversos portales informativos.

Shuang precisó que China está preparada para trabajar con todas las partes y que a pesar de las circunstancias o resultados finales, no deberían verse afectadas las relaciones entre ambos países. “Nos gustaría ir en la misma dirección con todas las partes. Facilitar conversaciones de paz y asegurarnos de que los esfuerzos por crear condiciones adecuadas para la resolución apropiada del asunto tengan éxito”, dijo el canciller chino.

EEUU vigila a China

La preocupación por los avances económicos de la nación asiática en el continente americano, que han generado restricciones y multas milmillonarias a las empresas chinas, ahora se ha profundizado con el apoyo geopolítico que muestra en su alianza con Maduro.

En una entrevista con el portal Foreign Policy, el almirante Craig Faller, alto oficial militar de cuatro estrellas que encabeza el Comando Sur de Estados Unidos, denunció una campaña internacional de desinformación china diseñada para culpar a Estados Unidos por los apagones que devastaron a Venezuela en las últimas semanas. En esa campaña estarían alineados también Cuba y Rusia.

El Pentágono también está preocupado por China en otros ámbitos, indica Foreing Policy. “En el Pacífico, China está desarrollando su capacidad militar, intimidando a sus vecinos más pequeños y amenazando a Taiwán. En África, Beijing está utilizando la diplomacia de la deuda para controlar los puertos cruciales y otras infraestructuras. Y en Europa, la administración de Trump está presionando a la OTAN para que aborde las amenazas cibernéticas y las amenazas comerciales de China”.

«Creo que la mayor amenaza para la democracia y la forma de vida en todo el mundo es la tendencia (expansionista) que vemos en China», dijo Faller.

Agregó que China está tratando de hacer valer el control económico en Venezuela invirtiendo en infraestructura y otorgándole préstamos cuantiosos que luego tendrá dificultades para pagar. Gran parte del interés financiero de Beijing en Venezuela está vinculado a los acuerdos de préstamos para el petróleo alcanzados entre los dos países en 2007. Para 2014, el Banco de Desarrollo de China había otorgado a Venezuela más de $ 40 mil millones en préstamos vinculados a la producción de petróleo.

Según Faller, el Comando Sur identifica que 17 de las 31 naciones latinoamericanas se han unido a la Iniciativa “Belt and Road Initiative” de China; mientras tanto, 23 albergan proyectos de infraestructura en China, incluidos 56 puertos en toda la región. China ha otorgado a los países latinoamericanos más de $ 150 mil millones en préstamos desde 2005, resalta. Belt and Road es un proyecto de inversión internacional que aunque el gobierno chino evita vincularlo a un mecanismo geoestratégico, analistas sostienen que forma parte de su estrategia geopolítica.

Igualmente es de recordar que China forma parte del tratado de la Organización de Cooperación de Sahngai (OSC); una alianza estratégica de Euroasia que lidera junto a Rusia.

Faller comparó a Maduro con el líder autoritario Bashar al-Assad de Siria, señalando que “la crisis en Venezuela podría acercarse a ese nivel para fines de este año si Maduro sigue en el poder».

Huyen las empresas chinas

Pero las empresas chinas no han podido escapar de los efectos demoledores de la crisis económica en Venezuela, generadas por tres factores ineludibles: las políticas del régimen de Maduro, la corrupción y las sanciones financieras de EEUU.

Uno de los mecanismos que le daba importante participación a las empresas chinas en proyectos de desarrollo fue el llamado Fondo Chino Venezolano, creado en 2007 y renovado hasta 2020. Dicho fondo con inversiones de China y PDVSA, manejado desde el FONDEN se caracterizó por su opacidad.

De acuerdo a los datos recogidos por la ONG, Transparencia Venezuela, de los recursos transferidos por PDVSA a este fondo entre los años 2005 al 2011, se contabilizan 44 mil 187 millones de dólares; de este total han sido asignados a proyectos 18 mil 743 millones dólares. “Hay un excedente de 24 mil 444 millones de dólares que no se sabe en qué proyectos han sido gastados, en qué bancos se encuentran, si están ganando intereses o si ya están destinados para la ejecución de obras”, refiere.

En la investigación se indica como 13 de 42 proyectos financiados por el FONDEN tienen un porcentaje de ejecución de 100 por ciento; pese a ello no hay informes que permitan constatar el porcentaje de ejecución física y el tiempo estimado de culminación. Para el total de los proyectos se asignaron 18 mil 473 millones de dólares.

Otra irregularidad fue hallada en el informe de Gestión Social y Ambiental de la industria petrolera. De 29 proyectos financiados con 6.054 millones de dólares provenientes del Fondo Chino, no hay informes de la ejecución de 15 de estos.

Fuentes consultadas indican que la improvisación y el traspaso de recursos de manera ilegal de un organismo a otro, saltándose los controles y las normas jurídicas, llevaron a la desaparición de importantes fondos en la madeja de corrupción; además de la ausencia de seguimiento en la ejecución de las obras.

Las empresas chinas, beneficiadas en contrataciones, llevaron a cabo los proyectos designados, pero no ejercían control sobre un alto número de proyectos manejados por el Gobierno, sobre los que nunca se conocieron los resultados de su ejecución.

Pero lo que si se sabe es que el número de proyectos con participación china se redujo significativamente en los últimos años y hoy empresas que tuvieron alta participación en programas de telecomunicaciones, infraestructura, energía, transporte, minería y otras están reduciendo su personal hasta en 70%.

Sanciones internacionales

Una de las más castigadas ha sido la multinacional china de telecomunicaciones ZTE, que opera en varios países del continente. Entre las obras más importantes llevadas adelante por esta empresa se encuentra el polémico Carnet de la Patria al ser considerado un mecanismo de control de la ciudadanía. La tarjeta de identificación utilizada para otorgar subsidios, acceso a medicinas y programas sociales se ha utilizado igualmente como exigencia para obtener documentos o acceder a empleos en la administración pública.

Según un trabajo publicado por la agencia Reuters, en una entrevista telefónica, Su Qingfeng, el jefe de la unidad de Venezuela de ZTE, confirmó que la empresa vendió los servidores de Caracas para la base de datos y está desarrollando la aplicación de pago móvil. La compañía, dijo, no violó las leyes chinas o locales y no tiene ningún papel en la forma en que Venezuela recopila o utiliza los datos de los titulares de tarjetas. «Con esta tarjeta, vamos a hacer todo de ahora en adelante», explicó Maduro en la televisión estatal en diciembre pasado.

ZTE fue sancionada con mil millones de dólares en 2018 por vender productos con tecnología de EEUU a Irán y Corea del Norte sin permiso de Estados Unidos, por lo que no se le permitió durante los próximos 7 años comprar componentes norteamericanos. Esa medida, en la que la empresa china tuvo que acceder al pago de la multa para poder seguir operando con tecnología americana, le generó un descalabro económico a la multinacional china.

A esta medida se agregó otra investigación solicitada por senadores estadounidenses (republicanos y demócratas) al Gobierno de EEUU, para que determinen si ZTE trabajó con personas citadas por las sanciones de EEUU y si utilizó ilegalmente los componentes americanos.

La solicitud, suscrita por el senador Marcos Rubio y otros congresistas, está referida al proyecto de identificación en Venezuela y al Carnet de la Patria; además de vincular a esa empresa con proyectos del gobierno chino para exportar equipos de vigilancia y mecanismos de espionaje. Es de resaltar que la aliada de ZTE, la empresa telefónica CANTV, ha establecido bloqueos a importantes medios de comunicación, portales informativos, impuesto censura en redes sociales y violación de la libertad de expresión. Su presidente, Manuel Fernández Meléndez, está en la lista de sancionados por el Departamento del Tesoro de EEUU.

ZTE que ha operado en el edificio Polar, ubicado en un zona céntrica de Caracas, de cinco pisos que ocupaba se ha reducido a uno solo de ellos. De 35 proyectos que controlaba sólo les quedaron tres y que han sido pagados parcialmente por el Gobierno. Sin embargo China aspira a ser resarcida a pesar de que en Venezuela ocurra un cambio en el sistema político.

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