Actividad comercial en Venezuela: ¿dónde se mueve más la economía y por qué?

No es una percepción individual o de tu círculo social: la economía venezolana sí pegó un frenazo en lo que va de 2025 y los motivos son muchos, siendo quizás los más obvios la incertidumbre y la gran diferencia cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo.

Aunque la sensación de que las cosas no están bien es generalizada, la situación se acentúa en las regiones o ciudades donde la actividad comercial es restringida por razones de distancia o fallas en los servicios básicos, especialmente el eléctrico.

Según datos de Econalítica, compartidos el pasado viernes 16 de mayo en el foro «Prospectiva Venezuela» de la UCAB, la única región «ganadora» al término del primer semestre es la capital, donde la actividad comercial continúa siendo alta a pesar de la contracción del resto. Las otras que aún mantienen algo de movimiento son los estados fronterizos, como Táchira y Zulia, debido a su cercanía con Colombia.

Sin embargo, Luis Bárcenas, economista de Ecoanalítica, explicó que esa actividad sigue siendo menor a la del cierre de 2024. Las estimaciones señalan que la contracción en ventas en Caracas, solo en los primeros tres meses del año 2025, está entre el 4,2% y 4,3%.

«Básicamente, el sector comercial, el sector clave, el sector que probablemente tenga más capacidad de empleo, tiene vaivenes recurrentes en su actividad o en sus resultados. Eso pone mucho más en entredicho cuál es la capacidad que tiene este sector para aguantar lo que se viene en materia de precios», comentó.

La diferencia de estos datos con respecto a los que presentó Ecoanalítica en noviembre de 2024 es muy clara. En aquel momento, también figuraba entre los estados con mayor actividad Anzoátegui, sobre todo debido a la presencia de las refinerías. La realidad hoy es distinta tras las medidas que tomó el gobierno de Donald Trump con relación a las licencias petroleras en Venezuela, específicamente la de Chevron.

Menor actividad comercial, mayor crecimiento de la informalidad

Una de las consecuencias inmediatas del descenso de la actividad comercial es el desempleo. Las mejores ofertas laborales comienza a reducirse y así comienza a crecer la informalidad laboral, que en Venezuela ya supera al 70% total de empleados según Ecoanalítica y datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

«Siete de cada 10 empleados en Venezuela opera en el sector informal y eso tiene que ver con el tema precio. El mismo venezolano es casi un migrante en su país. Tiene que tener dos, tres o hasta cuatro trabajos para mantener su hogar, básicamente», detalla Bárcenas.

El efecto de esto también se ve en la migración interna: los venezolanos se mueven a aquellos lugares donde podrían generar más ingresos, especialmente en dólares. Hasta 2024, quienes trabajaban en Caracas ganaban dos veces más que empleados de otros estados de Venezuela.

¿Qué esperar?

Luis Bárcenas explicó que si bien se ve cierta mejoría o estabilidad comercial en las zonas fronterizas, la actividad podría no ser sostenible en el tiempo porque en el resto del país es muy baja y está cayendo. Además hay factores externos, como la estabilidad del servicio eléctrico, que siguen siendo determinantes para mantener un negocio abierto.

«Hay que entender que Caracas o la región capital es un nicho y ese nicho no es suficiente para contrarrestar lo que pasa en el resto del país», indicó.

Bajo este contexto, Econalítica considera que los venezolanos seguirán buscando generar más ingresos en la informalidad. Además, evitarán usar las divisas como su método de pago principal.

«El venezolano, en promedio, pasó de pagar más de la mitad de las transacciones en divisas a pagar menos del 20%», indicó el economista.

¿Por qué pasa esto? «Porque nadie quiere perder en la brecha cambiaria. Nadie quiere exponerse a la brecha y por ende todos nos hemos forzado a mantener nuestros dólares en el bolsillo».

El efecto de esta decisión se ve en la circulación de dólares en las calles: se pasó de una circulación de divisas de 8 mil millones de dólares a uno menor de 3 mil doscientos millones de dólares.