«Una vez más se recarga la operación del sector privado con servicios que son responsabilidad del Estado», indicó Ricardo Cusanno, presidente de Conseturismo. La instrucción, emanada del Ministerio de Energía Eléctrica, se produce ante el fuerte incremento de la demanda, producto de una ola de calor, y viene acompañada de inspecciones para comprobar que las empresas están cumpliendo con la medida, explicó el titular del despacho, Jesse Chacón.
Esto implica que los hoteles, centros comerciales y algunas industrias (ciertos sectores están excluidos) deben desconectarse del SEN durante 6 horas diarias, de 12:00 pm a 2:00 pm y de 6:00 pm a 10:00 pm.
Cusanno detalló que hace 3 años, instalar un sistema eléctrico alternativos en un hotel de 130 habitaciones podía costar entre Bs 350.000 y Bs 400.000. Hoy en día, solo el suministro de una planta de 250 kilovoltiamperios (kva), para un alojamiento pequeño de 35 habitaciones, cuesta aproximadamente Bs 15,6 millones ($56.500), informó César Estéves, administrador de la empresa Plantas Eléctricas Valencia.
Cuando el hotel o posada se compromete con la instalación de una planta eléctrica debe asumir también los costos de los materiales instalación y el mantenimiento, que puede alcanzar los Bs 80.000. Explicó también que los equipos que comercializan se alimentan de combustible -diesel- que, al igual que el aceite de los automóviles, se encuentra escaso. «Una planta de ese tamaño requiere de 40 litros de aceite cada 250 horas de trabajo (el equivalente a un poco más de 10 días)», detalló Estéves.
«La mayoría de las plantas funcionan con combustible o gas. La pregunta es si el sistema está preparado para asumir esta demanda adicional», cuestionó José Luis Rojas, asesor en materia de consumo energético para el sector hotelero.
Rojas añadió que otro problema es el ruido. «Insonorizar una planta genera un incremento sustancial en el precio», señaló. Para él, antes de invertir en un sistema de suministro eléctrico alternativo, los hoteles pueden contratar servicios de consultoría para aprender a sincronizar sus actividades para consumir energía más eficientemente y en menores cantidades.
-Para eso no hay Cencoex-
Estéves explicó que el Centro Nacional de Comercio Exterior y el Sistema Complementario de Adquisición de Divisas (Sicad) no son opciones para quien desee importar plantas eléctricas, debido a que el gobierno alega que se manufacturan en el país. Sin embargo, los ensambladores locales, que trabajan con generadores y motores principalmente chinos, no atienden la totalidad de la demanda.
«Se pueden tardar hasta 4 meses para entregar una planta», señaló.
Indicó que sus principales clientes son empresas, especialmente centros comerciales -que ya han tomado medidas para reducir el consumo desde 2009- y la industria de alimentos. Si se trata de una empresa muy grande, puede requerir de plantas de más 1.200 kva que se comercializan en $180.000.
También ha habido un alta demanda de equipos residenciales, de 10 a 25 kva, que cuestan entre Bs 1,3 y Bs 1,4 millones. El problema es que no se consiguen desde febrero.
-Sector poco preparado-
Cusanno señaló que en Venezuela hacen vida casi 2.000 hoteles y la misma cantidad de posadas. Del total de alojamientos, las unidades que se han construido en los últimos 5 años gracias a la gaveta de crédito turísica, que representan entre 8% y 10%, son las que han garantizado plantas eléctricas. Los demás hoteles han tenido que incorporarlas o no las tienen, especialmente las posadas. «Casi ninguna está dotada», dijo.
El otro problema son los cortes eléctricos, que muchas veces dañan los equipos de los hoteles, incluyendo las plantas generadoras. «Eso afecta los costos. Por más planificados que sean, siempre generan daños, y hace dos años era más fácil conseguir repuestos que ahora», recordó.]]>