Para el mes de agosto se prevé que la industria del atún trabaje a 20% de su capacidad debido a que los niveles de inventarios de materia prima están por debajo del 8%, advierte Roger Palacios, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) del sector de alimentos.
Palacios informó que las promesas del gobierno de poner fin a la importación de atún terminaron siendo solo promesas, ya que «casi 60% del atún que se consigue en los anaqueles se lo compran a otros países».
Explica que el precio de la lata más pequeña de atún puede llegar a 700 bolívares porque están negociando el kilo de materia prima en más de mil bolívares.
El coordinador nacional de Unete emplazó a Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, a que en lugar de comprar 269.000 toneladas de alimentos a Uruguay, compre 269.000 toneladas de materia prima e insumos para reactivar la producción nacional. «Con el aumento de la importación lo que se genera es plusvalía en otros países, y pobreza y miseria en Venezuela», advirtió.
Esta situación causa despidos en las empresas «que pretenden recuperar su rentabilidad a costa del trabajador. Rechazamos cualquier intento de despido a la clase trabajadora porque nosotros no somos los culpables de esta crisis que se registra en el país», indicó Palacios.
Las importaciones de textiles serán pechadas dentro de poco con aranceles de hasta 40% y los empresarios de la manufactura prometen generar empleos y recuperar un sector golpeado por años de crisis en cadena.
La caída en las importaciones corresponde también con la caída que ha sufrido el consumo en Venezuela en lo que va de año
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