«Las negociaciones marchan tal y como nos lo esperábamos, en ningún caso peor, y en todo caso, mejor», afirmó Tsakalotos ante los periodistas al término de la reunión con los representantes de las instituciones acreedoras.
Sin embargo, en el encuentro, que duró al menos tres horas, hubo desacuerdos «de carácter técnico» entre ambas partes sobre la creación de un nuevo fondo de privatización al que, según el acuerdo firmado en Bruselas el 13 de julio, el Ejecutivo debe transferir activos por un valor de 50.000 millones de euros.
El ministro recordó también que está previsto que el Gobierno y los socios internacionales cierren mañana la primera etapa de las negociaciones con un primer balance, en el que determinarán «qué cuestiones permanecen abiertas y cuáles son los obstáculos».
Por el momento, según el periódico digital in.gr, Atenas y los acreedores se han puesto de acuerdo en que este año habrá una recesión de 3,3% y Grecia podría cerrar con un déficit primario del 1 % del PIB, por lo que se tendrán en cuenta estas previsiones para elaborar el plan que permita alcanzar un superávit primario (antes del pago de intereses de la deuda) del 3,5 % en 2018.
El Ejecutivo quiere cerrar el acuerdo antes del 20 de agosto para evitar un crédito puente -ligado a nuevas condiciones-, que permita afrontar el pago de 3.200 millones de euros al Banco Central Europeo que tiene que abonar ese día.
La portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, afirmó hoy que este miércoles comenzará ya el proceso de redacción para el tercer rescate y aseguró que el Ejecutivo está dispuesto a hacer «lo que sea necesario» para que el acuerdo sea ratificado en el Parlamento el próximo día 18.
También hoy tuvo lugar una reunión a nivel técnico entre el Gobierno y los socios internacionales con el objeto de abordar cuestiones laborales y para seguir analizando las necesidades para la recapitalización bancaria.
Fuentes del Ministerio de Hacienda aseguraron que ya han empezado las negociaciones para la nueva legislación sobre los convenios colectivos, que el Ejecutivo espera poder restaurar a finales de año.