La masa monetaria tiene un tercio del poder de compra que hace un año

No queda duda que la masa monetaria en circulación ha venido creciendo nominalmente a niveles alarmantes, lo que ha contribuido a la aceleración de la inflación. En lo que va de 2015 la tasa promedio interanual de expansión es 81,4%. Durante septiembre, octubre y noviembre el incremento de la liquidez llegó a estar cercano a 100%. 

La firma advierte que, no obstante, los componentes de la liquidez -monedas, billetes y depósitos a la vista- tienen un comportamiento particular.

«Una buena cantidad de personas piensan que la mayor parte del dinero es físico, y esto no es así. A pesar de crecer a una tasa significativamente superior a la liquidez monetaria, monedas y billetes tiene un peso relativamente bajo en esa liquidez», indica el reporte.

Este peso ha crecido con respecto al año pasado, al pasar de 8,2% a 10,2%, producto de una mayor demanda de dinero en la economía. «No queda duda alguna sobre la aceleración del crecimiento nominal de la liquidez monetaria, pero el comportamiento real es muy distinto. Al ajustar por inflación, la liquidez cae interanualmente desde diciembre 2014», detalla.

Esta caída llegó a su nivel máximo en noviembre de este año, cuando la liquidez llegó a contraerse 37% en términos reales. «Es decir, la masa monetaria tiene un tercio del poder de compra que hace un año», sostiene Econométrica.

El descenso registrado el mes pasado solo puede compararse con el de 1989 y 1996, años en los que se desmontó el control de cambio vigente.

-Efectivo que se diluye-

La firma considera que aunque la cantidad de monedas y billetes en circulación crece a una tasa anual de 145,2%, al ajustarse por inflación se tiene que su poder de compra es 21,7% menor al de hace un año. «Por ello no extraña la sensación de escasez de billetes que se ha observado en los últimos meses. Eso sí, al no haber emitido billetes de mayor denominación el ciudadano tiene más número de billetes pero con menor poder de compra», explica.

Advierte que ya se está dando uno de los escenarios contemplados: «Los bolívares empiezan a escasear, y con ellos los créditos». Por esta razón, es probable que las empresas tengan problemas para mantener el ritmo de endeudamiento con el de la inflación. Algunas incluso están empezando a cambiar su estructura de capital y elevar la porción de financiamiento realizado vía patrimonio.

«Nuestra recomendación de cara a 2016 es a tratar de cerrar el año con los mejores números posibles en sus estados financieros. Esperamos que la banca sea aún más cautelosa el año entrante por la inminencia de ajustes económicos en el corto plazo», concluye la firma.