«En general, para el mediano plazo se prevé que el crecimiento se mantenga débil, lo cual subraya la importancia de resolver los retos internos», afirmó el experto. El FMI estimó el martes que la región cerrará el año 2016 en retroceso de 0,3%, en recesión por segundo año consecutivo.
«En un contexto mundial que, según se proyecta, seguirá débil, prevemos que la región crezca a paso lento durante un período prolongado», dijo Werner.
En un documento de cinco páginas, Werner destacó que este escenario de dos años seguidos de recesión ocurre por primera vez «desde la crisis de la deuda de 1982–83, que desencadenó la ‘década perdida’ para la región».
«La región sigue siendo particularmente vulnerable a una desaceleración mayor que la prevista en China —uno de los más importantes socios comercial para la región—y a nuevas caídas de los precios de las materias primas», señaló el documento.
Las principales preocupaciones del FMI se concentran fundamentalmente en dos economías sudamericanas: Brasil, un gigante que cerró 2015 en retroceso de 3,8% y caerá 3,5% en 2016, y Venezuela, que sufrió una caída de 10% el año pasado y en 2016 tendrá una recesión que el FMI estimó en 8%.
– Pesos pesados en problemas –
Estos dos países sufrieron fuerte impacto de escenarios globales: la caída de los precios de las commodities, para Brasil, y el desplome generalizado en los precios del petróleo, para Venezuela. Pero los dos tienen problemas internos que atender.
En el caso de Brasil, el FMI identificó una combinación de «fragilidades macroeconómicas», un escándalo que envuelve a empresarios y funcionarios, y problemas de índole típicamente política.
Esta mezcla explosiva, añadió Werner en su documento, «ha paralizado la inversión y domina las perspectivas económicas». «La resolución de las incertidumbres en el plano político y en el ámbito de las políticas económicas es esencial retronar a tasas de crecimiento positivo», añadió.
En Venezuela, distorsiones de política económica y desequilibrios fiscales ya habían generado un escenario de inestabilidad, problemas que «se agravaron cuando el descenso de los precios del petróleo desencadenó una crisis económica, con una caída del producto estimada en casi 18% durante 2015 y 2016″.
Ecuador representa la otra preocupación del FMI ante el impacto que ha tenido el desplome de los precios del petróleo. «Prevemos una recesión durante el año en curso», indicó Werner, aunque no ofreció números de esa expectativa.
En la visión del especialista, en Argentina el nuevo gobierno inició una transición para corregir desequilibrios» macroeconómicos, con un enfoque que ha «mejorado las perspectivas de crecimiento», pero igualmente el país deberá cerrar 2016 en recesión de 1%.
– La buena letra –
En tanto, Colombia, México, Perú y Chile se incluyen entre los que han hecho buena letra en 2015 y deberán mantenerse en esa tendencia en 2016.
Para el FMI, Perú cerrará 2016 con crecimiento de 3,3% (2,7% en 2015), Colombia lo hará con avance de 2,7% (3% el año pasado). México crecerá 2,6%, sobre un avance de 2,5% en el año 2015, al tiempo que Chile mantendría en 2016 el crecimiento de 2,1% verificado el año pasado.
De acuerdo con el FMI, América Central cerrará el año con crecimiento de 4,2%, más que el 3,9% del año pasado, mientras que el Caribe lo haría con avance de 3,9% (4,3% en 2015).
Los países de esos dos bloque «se han beneficiado de la caída de los precios del petróleo, un crecimiento más vigoroso en Estados Unidos y el incremento de las remesas, pero el reciente debilitamiento de los precios mundiales del café y del banano podría reducir ese impulso».