Una problemática que afecta considerablemente a un país en el que se necesitan 30 millones de cabezas de ganado para mantener abastecidas las cavas de las carnicerías mientras que solo cuentan con 10 millones de animales.
“No podemos permitir que lo poco que haya se robe y se pase por la frontera, yo creo que eso es lo que debe garantizar el Estado”, afirma Armando Chacín, presidente de Fegalago.
Detalló al diario La Verdad que de las 8.500 reses robadas, 3.500 reses son de la Sierra de Perijá. Los productores consideran primordial que se solvente el problema de la inseguridad para erradicar las colas y lograr que el ciudadano común encuentre productos como leche y carne en supermercados a precios accesibles, una acción que solo consideran posible si se genera un aumento en la producción.
Chacín resaltó que la escasez de divisas y el control de cambio también representan un duro golpe al sector e indicó que 70% de las unidades de producción están perdidas por falta de insumos como pasto.
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