«Por un coste relativamente modesto, una capacidad presupuestaria centralizada podría ‘in fine’ reducir en 50% los efectos negativos» de una crisis de alguno de los estados miembros, dijo Lagarde en un discurso en el instituto económico DIW en Berlín.
El proyecto implicaría una contribución de 0,35% del Producto Interior Bruto (PIB) de cada país miembro de ese grupo, que en caso de problema podría beneficiarse del fondo de urgencia.
Sin embargo ese fondo solo puede funcionar si los estados miembros respetan una disciplina presupuestario estricta, según Lagarde.
«Sólo será eligible el que antes haya respetado las reglas y lo que reciba tendrá que devolverlo, es el sistema del palo y la zanahoria», advirtió.
A nivel de toda la Unión Europea, los 28 países miembros quieren transformar el actual Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en una especie de «fondo monetario europeo» que pueda prestar dinero a países en dificultades, como Grecia, pero cuyas funciones todavía hay que definir.]]>