“IATA expresa su profunda preocupación frente a esta decisión, pues consideramos que se pone en riesgo sustancial el desarrollo del transporte aéreo y la conectividad de Venezuela, lo que resulta contraria al bienestar de sus ciudadanos (…) La industria de la aviación representa un motor para el desarrollo económico de Venezuela, fomentando el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), la generación de empleos y el intercambio comercial con otros países», señala la comunicación enviada al gobierno de Venezuela.
De acuerdo con los datos publicados en 2017 por el World Travel & Tourism Council (WTTC), la industria del transporte y turismo contribuye con 841.000 empleos directos e indirectos, aporta al PIB de Venezuela 2.700 millones de dólares al año, y si se toman en cuenta sus efectos catalizadores, esta cifra aumenta al punto de su equivalente a 7,4% del PIB, publica el portal Informeaéreo.
«Copa Airlines ha sido un importante actor dentro de los aportes de la aviación en la economía venezolana durante los más de 20 años de operación en el país, manteniendo su compromiso con la conectividad aérea en las ciudades principales a través de múltiples vuelos diarios», dice el comunicado.
El cese de las operaciones de Copa Airlines dificultará aún más la conectividad en Venezuela y obstaculizará la comunicación con el resto de los países del mundo, la cual está limitada desde el 2014 por la decisión del 81% de aerolíneas de cesar sus operaciones, termina señalando.
Cada vez que una aerolínea extranjera abandona Venezuela, la IATA hace un pronunciamiento advirtiendo las consecuencias para el país de la pérdida de empresas que garantizan conexiones con el resto del mundo.
El gobierno de Venezuela sancionó a 22 personas naturales y 46 empresas panameñas como retaliación a la decisión de Panamá de incluir en un listado de personas políticamente expuestas a blanqueo de capitales, al presidente venezolano Nicolás Maduro y a 54 funcionarios de sus gobierno.
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