Venezuela vive hundida en una crisis económica que dio sus primeros pasos mientras el fallecido presidente Hugo Chávez estaba en el poder y que tomó velocidad bajo el mandato de Nicolás Maduro, responsable junto a su equipo de trabajo de una hiperinflación que ataca el bolsillo del venezolano desde noviembre de 2017.
La respuesta: aumentos salariales.
Con seis anuncios en 2018 y uno en el recién iniciado calendario, el sueldo pasó de 797.591 bolívares fuertes a 18.000 bolívares soberanos, reconversión incluida, para atacar una supuesta guerra económica que no ha permitido al gobernante y los suyos aplicar un aparato económico vinculado a políticas imprecisas en otros países en el pasado y que en este territorio se traduce como tropezar tantas veces como sea posible con la misma piedra.
Para los especialistas, el aumento solo agravará la problemática.
Según el economista Henkel García, estos anuncios “no tienen nada que ofrecer”. A su juicio, “lo anunciado exacerbará tanto la hiperinflación como la contracción económica. Muy peligrosa la restricción monetaria que continúa, tanto para la banca, como para las empresas”.
Maduro dio detalles del aumento en el valor del petro, criptomoneda que no es reconocida en mercados internacionales y que desde Miraflores celebran como solución a los problemas pese a que conforme pasa el tiempo las grietas se hacen cada vez más extensas.
Para García, Maduro y su equipo “obvian que el uso de una moneda es un acto voluntario y en el que la confianza juega un rol esencial”.
Ángel Alvarado transita por la misma línea.
El diputado y economista calificó la acción como un “refrito” en entrevista a Unión Radio, donde recordó que bajo el tipo de cambio no oficial y que rige en la mayoría de las transacciones en el país, este se fija alrededor de los seis dólares, limitando la capacidad adquisitiva del ciudadano.
El miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional denunció la contracción económica bajo la dinámica de Maduro en la presidencia y lamentó que esto no trae sensaciones positiva: “no hay soluciones para los venezolanos de a pie”.
El golpe a la industria
Cuando los problemas son más grandes que las soluciones, las noticias naturalmente positivas carecen de norte. Los aumentos se asumen con pesimismo pues la primera pregunta que se pasea por la cabeza de los venezolanos pasa por los costos de los productos el día próximo a cada anuncio.
Pero así como el cliente se ve afectado, el impacto también lo sufre el empresario, cada vez más limitado por la falta de divisas preferenciales para importar productos ante la falta de producción nacional.
Para Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, “por eso las empresas han venido cerrando, la mayoría piensan sobrevivir hasta que haya un cambio político, porque en la medida de que esto no se dé, las posibilidades de operar en Venezuela simplemente no están ahí”.
La medida de Maduro obliga a que aquellos que transitan con irregularidades por el camino empresarial se vean en la dura tarea de reajustar su planificación para intentar subsistir.
“No se puede llamar (al aumento) una medida sino una respuesta a la pérdida de poder adquisitivo (…) la pérdida del bolívar ha sido de tal magnitud que los sueldos no pueden mantenerse por más de dos semanas”, comentó.
Maduro todavía no ha especificado cuáles sectores serán los que deben acatar la medida de exoneraciones tributarias. Lo que sí ha dejado claro es que habrá sanciones para el que no cumpla
Una de las principales preocupaciones de los venezolanos a la hora de tramitar el pasaporte es cuánto dinero le corresponde pagar. Luego de que Venezuela marcara el fin del petro, su precio pasó a calcularse a través de la tasa del BCV
El petro recibió una estocada mortal con el escándalo de corrupción que estalló en mayo del año pasado en Pdvsa, en el que estuvieron involucrados responsables de la Sunacrip
